Rey Vicente Anglada, el hombre tras la remembranza

Rey Vicente Anglada asimiló desde pequeño los postulados del béisbol: para triunfar en el deporte de las bolas y los strikes no solo bastaba la presencia física en el terreno sino también el alma y el espíritu.

Con esas dos premisas comenzó un recorrido cuyo inicio se sitúa en los pitenes    del barrio y años más tarde se convertiría en uno de los peloteros que más le han aportado a la segunda base en Cuba.

Emulo aventajado de Andrés Telemaco, Félix Isasi, y Rigoberto Rosique, Anglada unió a simpatizantes y detractores en estadios rivales o en el llamado Coloso de Cerro, frente a la pantalla de televisión o ante la radio.

Fue un pelotero de multitudes porque la máxima de jugar por la camiseta, de entregarse completamente camino de la derrota o en pos de un triunfo, le sitúo en un lugar especial de la memoria colectiva de la exigente afición cubana.

UNA DECADA EN SERIES NACIONALES

Anglada llegó con 19 años a las series nacionales como integrante del equipo Industriales y tuvo la gran dicha de que en esa, su primera temporada, el conjunto se proclamara campeón.

Vistiendo el antológico número 36, participó en diez campeonatos cubanos y compiló en el bateo un average de 291.

Una rápida mirada a su expediente nos delata que tuvo 3 mil 164 comparecencias al bate, con 2 mil 773 veces al bate; anotó carreras en 422 oportunidades y su promedio de slugging fue de 398.

Conectó 109 batazos hasta la segunda base, 35 hasta la tercera y archivó 40 jonrones para impulsar 303 anotaciones.

En 6 mil 076 entradas y un tercio jugados se ponchó solo en 350 ocasiones y en 4 mil 259 lances cometió 104 errores para un average de 976.

Guarismo de una espiral en desarrollo que denotaba ya el establecimiento de una madurez deportiva de excelencia truncada por una infamia ahijada de la maldad de los hombres.

UNA SANCION INMERECIDA

Acusado injustamente de    vender juegos   , Anglada sufrió largos años de ausencia en el ámbito deportivo cubano, porque la infamia desestimó una limpia carrera de entrega y sacrificio.

Con 29 años, el camarero industrialista nunca aceptó los hechos y siempre mantuvo su inocencia como punta de lanza contra los criterios sancionables de las autoridades competentes.

Nunca vendí ningún juego de pelota porque siempre asumí con vergüenza al béisbol, pero arrancaron parte de mi cuerpo cuando mejor hacía las cosas en el terreno, exclamó.

INDUSTRIALES OTRA VEZ, EL REGRESO

Para Rey Vicente Anglada tendrá vital importancia el histórico partido entre Cuba y Venezuela en el Latinoamericano con Hugo Chávez, presidente de la hermana nación, y el líder cubano, Fidel Castro, como directores de equipos, porque marcó el inicio de esta nueva etapa.

Sin embargo, el regalo, una tardía justicia deportiva, resultó más de lo esperado y dos años después le designarían manager de Industriales, un regreso por todo lo alto al cual dedicó toda la experiencia acumulada y los mismos motivos que tenía cuando era jugador.

Sus resultados son apreciables: después de siete años de espera, la afición de la capital cubana disfrutó las coronas de los años 2003 y 2004, pero el frenesí ocurrió en el 2006 con el tercer título.

Nunca pensé dirigir a Industriales, el primer año lo recordaré como muy difícil porque una de las características principales que debe tener un director es valor para arriesgarse y confiar en los hombres, cuando eso sucede la vida te premia, subrayó.

Después vendrían los torneos como máxima figura de la selección Cuba, nominación ganada por los resultados al frente de los Industriales.

Con el elenco grande obtuvo la clasificación para los Juegos Olímpicos de Beijing-2008 en certamen preolímpico disputado en La Habana.

También logró coronarse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Cartagena de Indias-2006, la Copa Intercontinental en Taipei de China y de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro-2007.

PANAMA LA NUEVA META

Anglada cumplirá su segundo año como director del equipo panameño Bocas del Toro que terminó la campaña del 2009 en la segunda posición del certamen nacional, después de 26 años sin tomar parte en una final.

En la actualidad asume la preparación de su conjunto de cara a la temporada del 2009-2010 muy próxima a comenzar.

Querido y respetado por la afición panameña, el segunda base industrialista continúa en el béisbol, una apuesta de la niñez, cuando dejaba a los mayores boquiabiertos por sus manos y la estampa que delineaba de recio pelotero.

(Con información de Prensa Latina)