Cubadebate: La fotografía como un arte y un ejercicio periodístico

Los embates del Huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Palabras pronunciadas por Arleen Rodríguez Derivet en la inauguración de la exposición fotográfica por el aniversario 15 de Cubadebate.

Aunque han pasado ya 15 años, puedo recordar perfectamente aquel 5 de agosto del alucinante 2003. Remontábamos el primer intento de “primavera importada”, que alcanzó su clímax en marzo, con los asaltos a naves aéreas y marítimas, la radical respuesta del estado cubano a las provocaciones y la renovada amenaza de invasión estadounidense azuzada por la histérica demanda que, desde Miami, aplaudía los bombardeos a Bagdad al grito de: hoy Iraq, mañana Cuba.

La campaña contra la Revolución alcanzó la categoría de terrorismo mediático. Amigos de tiempos peores, tomaron distancia. Los intelectuales cubanos se vieron precisados a lanzar un mensaje esclarecedor a sus pares de Europa y América. Los periodistas éramos parte de aquel aviso urgente, pero entendíamos que nos tocaba una misión extra. Era preciso activar, otra vez, una Operación Verdad.

Fue en el salón de reuniones de la Casa de la UJC, de 15 y 16, la misma que vio nacer y acunó a la Mesa Redonda, donde nos reunimos para fundar el círculo de periodistas contra el terrorismo mediático y donde Randy, recién electo para coordinar las acciones del grupo, promovió junto a Rosa Miriam Elizalde, que ya era una adelantada de la revolución que venía de la mano de internet, la creación de un medio de expresión propio, novedoso y de un alcance que pocos estábamos en condiciones de advertir entonces.

El genio colectivo operó el milagro del nacimiento de Cubadebate, nombre que hoy no sabría decir si salió de los labios de Jean Guy Allard, Bernie Dwayer o Maridominique Berticciolli, aquellos tres cubanos nacidos en regiones frías que vivieron por Cuba y murieron en ella, dado batalla hasta el minuto final. Recuerdo que la propuesta salió de uno de ellos, porque traían de sus países de origen la experiencia de qué palabras resultan claves para aproximar las audiencias hacia nuestra realidad y la necesidad de que pudiera leerse en todos los idiomas.

Éramos un grupo numeroso, que acaso pueda resumirse en decir que la cita se hizo por la lista de panelistas habituales de la Mesa Redonda, pero hay nombres indispensables en el recuento porque ya no están y porque fueron fundamentales sus propuestas. Hablo de Juan Marrero, Guillermo Cabrera y Liborio Noval. Los dos primeros, ya se sabe, aportaron memorias y genialidades editoriales.

Pero lo de Liborio Noval era una señal tremenda: la imagen no sería un elemento decorativo, como tantas veces lo fue y sigue siendo en nuestros medios impresos. Liborio venía de una especie de gráficos que entiende su trabajo como un arte y un ejercicio periodístico, no añadido sino parejo y a veces incluso superior, al del que escribe.

No hubo que discutirlo mucho aquel día. La fotografía fue valorada por lo mucho que vale y dice, desde entonces, hasta estos 15. Y el enlace entre aquellos y los de ahora, ha sido, es, un muchacho de estatura baja y espíritu inquieto: el hijo de los contemporáneos de Liborio y el maestro de quienes él mismo trajo después: Ismael Francisco. Ismaelito venía de PL y antes fue estrella en Granma, pero en muy poco tiempo se convirtió en el sinónimo de Cubadebate, tanto como Randy o Rosa Miriam.

Él trajo la exclusividad que se gana bajo el sol, la lluvia y hasta los empujones y golpes que se dan a los que brillan, cuando resplandecen en la multitud. Y aunque CD está lleno de sus instantáneas únicas y varios premios merecidísimos, lo que queremos hacer hoy, los fundadores que asistimos a esta hermosa secuencia de los años vividos, es agradecer y premiar su entrega absoluta al medio, al gremio, a la razón que nos junta en defensa de la verdad revolucionaria. Y su magisterio generoso, que nos lo multiplicó a él en la sorprendente Irene, en la prometedora y en los colegas que van por el país y por el mundo fotografiando la vida con la ilusión de ver sus fotos en los especiales de Cubadebate.

Esta exposición, que se abre con imágenes del fundador de nuestros proyectos y sueños y cierra con las más trascendentes del año en que esta publicación se convierte en deslumbrante pero madura quinceañera, nos sacará carcajadas y lágrimas. Es el selfie de nuestra fiesta. Mírennos, véanse. La vida es eso.

Fotorreporteros de Cubadebate:
• Irene Pérez
• Ismael Francisco

Colaboradores:
• Antonio Hernández
• Darío Gabriel Sánchez
• Desmond Boylan
• Heidi Calderón
• Jorge Luis Sánchez
• Juan Pablo Carreras
• L Eduardo Domínguez
• Ramón Espinosa
• Ricardo López
• Roberto Garaycoa

En fotos, Exposición colectiva “15 años de Cubadebate”