Es uno de los municipios más grandes de la provincia de Matanzas. Cárdenas representa, también, otro punto obligado de visita de cubanos y extranjeros, atraídos por los encantos de una ciudad colonial –a pocos kilómetros de Varadero– que este 8 de marzo celebra el aniversario 190 de su fundación.
Fácil es identificar, con los ojos vendados, la presencia de una urbe, escenario de los más diversos episodios de la historia patria. El sonido de los coches tirados por caballos en una perfecta armonía con el olor y el eufónico vaivén del mar que cuida la costa norte del litoral cardenense, son marcas sonoras que identifican a la Ciudad Bandera de Cuba.
Aunque algunos edificios hayan quedado en ruinas y otros, desaparecidos del espacio físico, la ciudad conserva, aún, la presencia de inmuebles y monumentos del siglo XIX para orgullo y esperanza de muchos nacidos en esta tierra de cangrejos, coches y bicicletas.
La ciudad no ha perdido su encanto del todo si bien no son pocos los cardenenses que quisieran verla rejuvenecer para decir, esta vez sin eufemismos, que Cárdenas es conocida como una verdadera “Perla del Norte”.
No obstante de que por algunos años no ondeara la enseña nacional en el edificio donde se enarboló por vez primera en suelo cubano; no obstante de que tampoco es frecuente verla en el monumento erigido en 1945 como homenaje a este acontecimiento, nadie duda del calificativo de Ciudad Bandera por ser el lugar por donde desembarcó la tropa del anexionista Narciso López el 19 de mayo de 1850 con la bandera del triángulo rojo, la única estrella y las franjas azules y blancas.
Y ese día, en la entonces Tenencia de Gobierno –hoy antiguo hotel “La Dominica”, Monumento Nacional abandonado por varios años y actualmente en un proceso de reparación– ondeó bajo cielo cubano la bandera que acompañaría a los revolucionarios en los campos de batalla por la liberación del país del yugo español y, después, de los estadounidenses.
En la zona donde se encuentra “La Dominica” está la plaza fundacional de la ciudad, con el conocido parque Colón en el centro, custodiado por la primera estatua develada pública y solemnemente en América al Almirante Cristóbal Colón, el 26 de diciembre de 1862, obra del valenciano José Piquer.
Y mientras se sigue caminando por la ciudad o se transita por sus rectas y bien trazadas calles encima de uno de los símbolos citadinos, la bicicleta, se descubre a la Cárdenas del siglo XIX, esa centuria que vio su fundación en 1828, el 8 de marzo, pero también se revela una ciudad fruto de su tiempo, con nuevos bares, restaurantes, clínicas para celulares por cuentapropia y zonas wifi.
Es su auténtica historia y la marca de una ciudad colonial que se mantiene en el siglo XXI lo que hace de Cárdenas un lugar encantador, al que siempre hay que volver. La Ciudad Bandera de Cuba sabe ganarse el amor de sus hijos, a los que les aprieta el pecho cuando ven que, por instantes, ella se para en el tiempo, pero a los que se les agranda el corazón porque saben que su “Perla del Norte” ya tiene 190 años.