Liana Milanés es pura adrenalina. “Esa niña va ser artista”, le decían de pequeña, y ella, todavía con los dientes de leche, y con muchos sueños, lo tenía clarísimo.
Llegó la pandemia, no parecía acabar nunca (aún no lo ha hecho) y esta muchacha, luego de pasar por el clarinete en el Amadeo Roldán, graduarse y seguir como cantante en la agrupación Caribe Girls, posar como modelo para varios proyectos, lo decidió: comenzó su carrera en solitario.
Tuvo tiempo para reflexionar en casa durante la cuarentena; sin embargo –dice–, “me di cuenta de que ese era mi momento de salir”. Su camino como artista no ha sido tan fácil. Pocas veces lo es. Pero ha tenido más alegrías. “Todavía estamos en proceso, vamos poco a poco, han sido más las cosas bonitas”.
Las canciones de Liana hablan de situaciones personales, pero ella las canta con un swing y un estilo provocador digno de poner en bucle. Supone que cuando se le acaben sus historias, comience a contar las de otros. Pero para eso falta mucho. Hay mucho que escuchar y bailar.
Ella fue la primera invitada a nuestro maratón de 50 preguntas que nunca pensaste que le íbamos hacer. Una sección que estrenamos en Cuba Joven hoy. Si creíste que esta entrevista era convencional, te equivocas. Aquí hablamos de paquetes de Etecsa, de tatuajes, de locuras, de clichés, lugares favoritos. Uff… Vayan a verla, es pura descarga.