El silencio de los Pérez

En un primer plano Pedro Pérez (segundo de izquierda a derecha) y sus hijos Foto:Granma.

La historia reconoce a Juan Delgado como el rescatista de los cuerpos sin vida del Lugarteniente Antonio Maceo y su ayudante Francisco Gómez Toro, mas el rol desempeñado por Pedro Pérez y sus hijos en el enterramiento de los héroes, se ignora o niega en ocasiones.

Al decir del Coronel Dionisio Arencibia, en el libro Juan Delgado, héroe de San Pedro, luego de la caída en combate de Maceo y Pachito Gómez, el 7 de diciembre de 1896, las tropas mambisas se retiraron. Fue Juan Delgado quien recuperó y trasladó los cuerpos desde San Pedro hasta la finca Dificultad, propiedad de Pedro Pérez.

Pérez, tío político de Delgado, asumió el sepulcro junto con los hijos. Como se narra en el libro Historia de Boyeros, fue escogido un terreno contiguo a su finca, El Cacahual. Múltiples condiciones poseía para justificar la elección: bastante discreto, apartado y repleto de bibijaguas que justificarían las tierras removidas.

Antes del amanecer del 9 de diciembre, los cuerpos estaban enterrados y el trabajado sellado con un pacto de silencio. Ruddy Fernández Martínez, exdirector del Monumento del Cacahual, cuenta que los caídos fueron ubicados juntos, con la cabeza de Panchito en el hombro de Maceo.

El Premio a la Memoria Viva, Ela Brito, precisa que la reconcentración de Weyler mudó a la familia Pérez de los terrenos aledaños del Cacahual a Bejucal, pero estos dejaron la finca arrendada para no perder la propiedad donde descansaban los héroes.

Las condiciones precarias cobraron la vida de uno de los hijos de Pedro, quien contactó a Juan Delgado para darle la ubicación de Gómez y Maceo y, al éste no poder presentarse, se lo confiesa a Arencibia, como refiere el historiador Miguel Bonera Miranda, quien investiga las historias menos conocidas de Santiago de las Vegas.

El 17 de septiembre de 1899 se realizó la exhumación de los cuerpos, encontrados a cinco cuartas del nivel del suelo. En esta, se les celebró capilla ardiente en el bohío de Pedro Pérez, hasta ser depositados en urnas organizadas a manera de homenaje monumental.

En 1906, el gobierno cubano obtuvo los terrenos aledaños al lugar donde se encuentra el monumento construido en 1899. Dicha adquisición fue publicada en la Gaceta Oficial del 18 de junio de ese año, según explica el libro sobre Boyeros, antes expuesto.

Como parte de ello, se le donó la propiedad del territorio y una vivienda a Pedro Pérez, quien cuidaba los restos hacía varios años.

Con motivo de la restauración efectuada al lugar, los restos fúnebres del Lugarteniente y su Capitán fueron resguardados en casa de uno de los hijos que guardaron silencio, Leandro Pérez, velados por Sixto García.

En el conjunto monumental del Cacahual existe desde 1946 una obra dedicada a Pedro Pérez y sus hijos, la cual posee una tarja en bronce realizada por Rita Longa, declaró Fernández Martínez, también historiador de Santiago de Las Vegas.

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