¡Jamás bajarás del ring, Julio Mena!

Julio Mena, uno de los grandes entrenadores del boxeo cubano, forjador de campeones mundiales y olímpicos.

Palabras pronunciadas en la despedida de duelo del maestro Julio Mena, por muchos años entrenador del equipo nacional de boxeo, quien falleció en Pinar del Río el reciente fin de semana.

Para quien no lo supo o aquel que peina pocas canas, es difícil pensar que llegaste al boxeo por la difícil situación económica por la que se atravesaba en casa, allá en San Juan y Martínez.

Nos estremecimos mucho cuando te oímos contar que para ganar un peso había que limpiar 20 pares de zapatos y por una victoria en el boxeo pagaban tres al ganador y uno al perdedor. No había otro remedio que subirse a un ring y tirar golpes. ¿Duro amigo verdad?

Pero valió la pena, porque si bien difícil es atravesar todo aquello que rodeaba tu humilde hogar, es casi imposible encontrar un amigo valioso, ejemplo de padre, como tu has sabido serlo.

No faltaron nunca, amén de a tus hijos, los mejores y valiosos consejos a los púgiles que formaste. ¡Cuántos te deben el haber llegado a la cúspide; Ariel Hernández, Lázaro Álvarez, Arnaldo Mesa, Andry Laffita, Díogenes Luna.

Decididamente no acabamos de comprender tu repentino viaje a la eternidad, a pesar de que te sabíamos enfermo, y por eso, me permito hablarte en presente Julio Mena: fuiste y seguirás siendo, para los que te llevamos en el corazón, una intachable persona, cuántos recuerdos y cuántas anécdotas has dejado. Ser un buen conversador siempre te distinguió dentro de tus disímiles cualidades.

Ver siempre a tu hijo enrolado en los avatares del ring, destacado entrenador, director del equipo pinareño de boxeo, dice a las claras todo lo que supiste cultivar para dejar tu huella.

Serás siempre toda una institución en el deporte de los puños. Dijiste en una oportunidad cuando te preguntaron qué secreto existía para ser un entrenador a nivel mundial.

"No hay ningún secreto", afirmaste. "Todo estriba en vivir para el boxeo y no vivir del boxeo. Los estímulos materiales son bien recibidos, los deportistas en general son seres humanos con familia, muchas veces con problemas, más allá de las medallas hay una enorme cantidad de sudor y sacrificio personal".

Por eso, Julio Mena, puedes jurarlo ante todos los que de una manera u otra, llevamos y llevaremos siempre admiración por ti; nunca, pero nunca, tu bajarás del ring. Descansa en paz amigo, hermano nuestro. El futuro del pugilismo no te defraudará.

(Tomado de Guerrillero)