El presidente soñado

Durante muchos años, las empresas mineras internacionales y brasileñas han soñado con tener acceso a la riqueza mineral que se encuentra debajo de las tierras indígenas. Por fin llegó un presidente afín a sus mezquinos intereses económicos. (Fuente: LaRed 21)
Guillermo Tell

Jair Bolsonaro defiende los postulados contra la naturaleza.

El 4 de marzo, mientras los brasileños se distraían con las celebraciones del carnaval, el almirante Bento Alburquerque, el nuevo ministro de Minas y Energía del gobierno de Jair Bolsonaro, ofrecía tierras indígenas en la convención anual de la Asociación de Prospectores de Canadá.

Echando a un lado el bienestar de los pueblos originarios y del medio ambiente, les garantizó a los asistentes de todo el mundo que a esa población se le daría una voz pero no el derecho al veto en la materia, que para eso las actuales restricciones mineras están “desactualizadas”.

La tentadora Jauja servida en bandeja, incluye la intención de permitir la explotación del subsuelo hasta las fronteras de Brasil, aboliendo la actual zona de amortiguamiento de 150 kilómetros.

Para  muchos no fue inesperado, si el mandatario gusta de hacer paralelismo con pasado gobierno dictatorial militar, incluido lo que toca a las comunidades indígenas, cuya reducción física  se planeó en 1976 por el régimen del general Geisel.