Estados Unidos se ha convertido en un refugio seguro para políticos y hombres de negocios adinerados sospechosos de corrupción en sus países de origen. Aquí su fortuna e influencia los protege de ser arrestados. Entran a este país con toda una variedad de visas, incluyendo una diseñada para estimular la inversión y algunos han solicitado asilo. (Fuente: El Nuevo Herald)
Guillermo TellLuis Posada Carriles durante una conferencia de prensa en Miami. Foto: Archivo
Además de consabido nido en el sur de Florida para terroristas, como el representativo caso de Posada Carriles, el peor de todos en el hemisferio occidental, allí se tiende también desde hace tiempo alfombra roja a connotados delincuentes fugitivos que se desempeñaron en gobiernos en la región.
Una reciente indagación realizada por Pro-Pública en conjunción con el Centro Investigativo de la Universidad de Columbia ha revelado que funcionarios que huyen de la justicia en Colombia, China, Corea del Sur, Bolivia y Panamá han encontrado refugio para sí mismos y para su fortuna en el Estado peninsular estadounidense.
Bajo estas favorecidas condiciones el panameño magnate multimillonario de los supermercados Ricardo Martinelli, al terminar su mandato presidencial en enero de 2015, tan pronto como la Corte Suprema de su país admitió una investigación sobre corrupción en el programa de almuerzos escolares, voló en avión privado a Florida y se aloja tranquilamente en un lujoso condominio, mientras autoridades pertinentes hacen oídos sordos a solicitudes de extradición.
En una extensa lista de protegidos figura el ex presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, convicto de matanza de civiles en 2003 y robos millonarios de las arcas estatales antes de huir a Estados Unidos, donde es propietario de empresas, o el exministro de agricultura de Colombia, Andrés Felipe Arias, quien escapó a Miami, antes de ser hallado culpable de desviar 12 millones de dólares de un programa de subvenciones a productores agrícolas.
Bienvenidos sean los corruptos de categoría en estas esquinas de mantos protectores