No hay mal sin raíz

Un cable de la diplomacia estadounidense filtrado por Wikileaks revela que un cártel del narcotráfico tuvo acceso al expediente médico del presidente de México, Felipe Calderón, y que, al parecer, fue entregado por un "integrante corrupto del primer círculo" del mandatario, informó hoy el diario La Jornada. (Fuente:agencia EFE)
Guillermo Tell

Como quiera que se mire toda la trama reseñada en el cable revelado por Wikileaks, lo cierto es que deja nuevas notas de alarma y preocupación sobre el peligroso grado de posicionamiento del crimen organizado en México, que por lo visto ha logrado erosionar hasta la información personal más íntima que atañe a la seguridad misma del Jefe de Estado. Para tornar más grave el caso, según lo divulgado, los poderosos cártel de la droga se valen a sus anchas de la concomitante y extendida corrupción insertada por los más diversos poros de la sociedad mexicana, tal como desde hace tiempo vienen denunciando distintos sectores ciudadanos.

El presidente Calderón, quien también ha sido objeto de amenazas, ha puesto en marcha una estrategia de combate frontal frente a la violenta lacra que estremece la vida del país. Pero para que ese esfuerzo rinda plenos resultados pocos dudan que será indispensable también que el vecino del norte ponga coto al floreciente mercado de consumidores de narcóticos en su propio territorio, que constituyen los principales motivación y aliento de las agresivas mafias. A juzgar por los secretos mensajes cifrados sacados a la luz pública, los diplomáticos estadounidenses se limitan a describir el escenario mexicano en los peores términos, mientras eluden referirse a la raíz del mal, afincada en casa.