Sabia consejera la curandería popular

Entrevista a Mercedes Artigas Bueno con 58 años de experiencia en el ejercicio de la curandería.

Rosa María de Lahaye Guerra.- Me encantaría que conversáramos sobre sus habilidades para curar a las personas que vienen en busca de ayuda.

Mercedes Artigas Bueno.- Empiezo por decirte que esta no es mi única ocupación dentro de la religión. Si bien es a la que más tiempo le dedico, porque son muchas las personas que acuden diariamente con los más diversos problemas de salud. También colaboro en iniciaciones, en rituales de mi familia de santo, y en cuanta actividad pueda, pues estos años que llevo a las espaldas, aún no impiden que siga contribuyendo. Aquí, en mi barrio, todo el mundo puede dar fe de lo que te estoy diciendo.

R.M.L.G.-- Pero usted se ve muy joven, eso es lo que cuenta.

M.A.B.-- Son 86. No creas que a veces me los siento. Yo empecé con 28 añitos y sigo ahí como Los Van Van. Sobre lo que me preguntaste de la cura a las personas, te cuento que lo hago a base de hierbas fundamentalmente. Hierbas de todo tipo. Con esto hay que tener mucho cuidado y saber muy bien lo que uno hace, pues hay muchas  hierbas que curan, como también hay otras tantas que matan. Hoy en la actualidad, y lo he visto, no es cosa que imagino, hay quien se autodenomina curandero y no tiene los conocimientos necesarios para estas cuestiones. Y las personas que han pasado por malas experiencias ya sabes, lo cuentan todo.

Para entrar en la manigua hay que pagar un derecho a los guardianes, y no todos entienden las razones. Eso es una ley. Hoy en día cualquiera entra, arranca la mata que le parece y sin el menor respeto, receta.

Mira, la curandería es algo que tú no puedes buscar en libros grandes y perfectos, es cosa de nuestra experiencia, que ha pasado de boca en boca por muchas generaciones. Mis padrinos siempre me hablaban de los yerberos de La Habana y de Oriente (tal vez los que él más conocía) como autoridades reconocidas en la materia.

R.M.L.G.- ¿Qué tipo de ayuda es la que vienen buscando las personas con más frecuencia?

M.A.B.- Vienen por una retahíla de asuntos. Y te digo que muchos no son enfermedades como tal. Son más bien situaciones que se le crea a la gente y al enredarse y no saber cómo salirse, entonces, piensan que son enfermedades. Se me aparecen con muchas afecciones de la piel, en primer lugar, de estómago, de los nervios. Culebrillas también. Y te digo, la culebrilla se refleja en la piel, tiene en muchos casos que ver con el estómago y, la refuerzan los nervios. Aquí todo es muy complejo.

R.M.L.G.- ¿Ha oído hablar de etnobotánica?

M.A.B.- Bueno, así con esas palabras no, pero para hablar de las plantas que curan, no sólo se debe tener en cuenta la propiedad medicinal de ellas, sino la estación del año en que se usa, cómo ha crecido la planta, y luego, la manera en que la consumimos, las dosis y los tiempos. Sólo así se le saca el provecho que andamos buscando.

Y yo sí te digo que tanto Asclepios, que dicen es el Dios de la medicina, como Osaín, que tú sabes es el dueño de la vegetación terrestre, tienen todavía secretos a los que no hemos podido llegar. Ese conocimiento que podemos sacar de las plantas es infinito. ¿Eso es etnobotánica? Te cuento que cuando estuve por razones de religión en Venezuela, hará unos dos años, me llevaron a Yaracuy. Sabes que esa es la cuna del culto de María Lionza, y sabes también que ese culto es sincrético. Yo me sentí muy identificada con ella en cuanto la conocí. Bueno, como te venía diciendo, allí me mostraron y traje algunas de las plantas con las que curo problemas de piel, estómago y nervios. Pero, esas plantas no son específicas de Venezuela, son universales. Lo que hay que saberlas buscar.

R.M.L.G.- Bueno, pero las enfermedades que usted me describe son las que conocen los médicos como psicosomáticas.

M.A.B.- ¿Psico.. qué? Ah, sí. Pero en los hospitales le dan de larga y por fin no se resuelven del todo.

R.M.L.G.- ¿Y con usted se resuelven?

M.A.B.- Claro. Ni uno sólo de los que trato sale insatisfecho.

R.M.L.G.- ¿Y nos puede mostrar algunos ejemplos que nos ilustren lo que hace usted en su labor diaria?

M.A.B.- Mira, eso mismo es a lo que yo me opongo. Si ahora te doy una lista de plantas y te digo lo que ellas curan, estoy embarcando a las personas que vengan a leer esto. Porque la cuestión radica en la manera en que la planta es manipulada, en la dosis exacta, como dicen en la televisión, qué parte de la planta, la raíz, el tallo, las hojas, es la idónea para tal o cual afección y en la tolerancia de la persona a esa mata, pero, además se debe observar la estación del año, los cambios de la luna.  No es sólo agarrarla, cocinarla o triturarla y pa´lante. En todo esto también hay sabiduría y un poco de paciencia frente a la persona que viene buscando ayuda.