Loipa Araújo: Semilla y fruto

Había nacido en La Habana el 27 de mayo de 1941, pero con sólo 7 años de edad ya estaba poniendo su vocación por el baile en las clases del ruso León Fokine y el cubano Alberto Alonso.

Al paso del tiempo, en 1955 tomó la sabia decisión de abandonar los estrechos marcos de la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro Arte Musical e ingresar en  la Academia de Ballet Alicia Alonso, donde bajo la guía del maestro Fernando Alonso y nuestra gran bailarina, dio inicio a su carrera profesional. Allí complementó su formación con las enseñanzas del puertorriqueño José Parés, la rusa Alexandra Fedorova y otros destacados profesores cubanos y extranjeros.

Durante la agresión de la tiranía  batistiana a la compañía del Ballet de Cuba, en 1956, participó en la gira de protesta por toda la isla y entre 1957 y 1958, a instancias de Alicia Alonso, actuó en las representaciones de Coppelia y Giselle en el Teatro Griego de Los Ángeles y con el Ballet Celeste, de San Francisco, en los Estados Unidos.

Fue tiempo de reservación de lo aprendido y de espera de los tiempos  nuevos,  que llegaron con los vientos del 1 de enero de 1959. Reingresa en la recién reorganizada compañía y junto a su trabajo  para hacerse una primera figura contribuye, desde 1962, en la Escuela Nacional de Ballet, a  la formación de la nueva generación de bailarines cubanos dentro de los preceptos históricos, técnicos éticos y estéticos de la escuela cubana de ballet.

En 1965 obtiene para Cuba la primera medalla de oro en el Concurso Internacional de Ballet de Varna; en 1969 la de plata en el de Moscú y en 1970 la Estrella de oro en el Festival de Danza de Paris. Con la jerarquía de Primera bailarina desde 1967, logra resonantes éxitos en las giras del Ballet Nacional de Cuba por los cinco continentes y como estrella invitada de  prestigiosas  compañías, entre ellas el Ballet Bolshoi de Moscú ,el Real Ballet Danés, el Ballet de Bellas Artes, de  México,  los Ballets de Roland Petit, el Ballet Béjart de Lausana  y el Festival  Mundial de Ballet del Japón.

A partir de su retiro escénico como bailarina, en 1997, dio un nuevo vuelo a su arte como maitre y pedagoga de la danza, llevando su magisterio a centros de tan alta prosapia como  la Scala de Milán, la Opera de Roma, la Opera de París, el Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires,   el Real Ballet de Londres, el Real Ballet Danés el Ballet de Washington y el Ballet  Béjart de Lausana.

En Cuba ha sido galardonada con  importantes lauros,   entre ellos  la Distinción Por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier, la Orden Félix Varela, el Doctorado Honoris Causa en Arte, por la  Universidad de las Artes; el Premio Anual del Gran Teatro de La Habana y el Premio Nacional de Danza. En el 2010 la República Francesa le otorgó la Orden Nacional de las Artes y las Letras en el  grado de Caballero.

Desde el 2014 Loipa  Araújo se desempeña como Directora Artística del English National Ballet, con sede en Londres, responsabilidad que la ha mantenido alejada, más tiempo del deseado, de su Alma Mater, el Ballet Nacional de Cuba.

Pero para orgullo de su compatriotas, esta "orquídea exótica en el jardín del ballet", como sabiamente la definiera  en 1967 el prestigioso crítico inglés Arnold Haskell , en su histórico texto Las joyas del ballet cubano, ha sabido mantener su lealtad a la patria,  y  al "jardín"  de la escuela cubana de ballet, del  cual ella es fruto valioso.

Confiado en esa certeza le rindo tributo en ocasión de su 80 cumpleaños.