- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Padre no es cualquiera

Si vivimos la paternidad de forma responsable nos sentiremos mucho más realizados en nuestra labor de padres. Foto: Chrissy Stewart/ Pinterest.

Estoy de regreso finalmente al trabajo y con ello me llega mucho más tiempo para dedicarle a “De madre y de padre”. La verdad, ya venía necesitando volver al periodismo después de un año ejerciendo como madre 24 horas al día. Ya me hacía falta mi propia habitación contra el estrés y la locura de cuidar de un bebé al 100 por ciento, y por eso me hace feliz reencontrarme con esta página en blanco.

Hoy he querido traer a la sección un tema que los lectores sugirieron desde las primeras entradas, pero que no había tenido la oportunidad de traerlo. Hemos hablado bastante sobre los cambios que enfrenta una mujer cuando llega la maternidad a sus vidas, sobre los nuevos roles que aparecen y los desafíos, pero apenas nos hemos referido a qué pasa con los hombres, y específicamente los papás en Cuba.

¿Cómo son los padres cubanos? Sé que hay muchos hombres que leen la sección, así que tengo por sobre todo el reto de no estereotipar, e intentar reflejar la diversidad de paternidades que abundan a lo largo de nuestra isla. En lo personal, la visión que tengo de la paternidad es más o menos la misma que la maternidad. Defiendo la idea de que mamá y papá formamos un equipo, y que ambos deben asumir como familia las preocupaciones, las alegrías y tristezas, pero también el desgaste físico y emocional del día a día. Cuando no ocurre así, comienzan a deteriorarse las relaciones, y el niño comienza a percibir la ausencia de uno de los dos padres.

En ese sentido, tengo que confesarles que no hay cosa que me emocioné más que ver una foto de un niño con mamá y papá (yendo a la escuela, caminando por un parque, acostados sobre la hierba o simplemente riendo). En realidad, me da igual la escena, pero me encanta que aparezcan mamá, papá y nené, como símbolo de la típica familia feliz.  Ahora bien, no voy a hablarles solo de lo ideal y lo que parece color de rosa. Detrás de la hermosa foto que encierra felicidad (que casi todos la tenemos en Cuba), ¿cuál es la realidad en la casa? ¿Sigue imperando el modelo machista de antaño y es mami quien lleva las riendas de todo cuanto tiene que ver con el niño y papá se centra en garantizar la economía? ¿Es al revés? ¿O simplemente ambos padres actúan como iguales, trabajan, comparten tareas en la casa, y además se planifican para dedicar tiempo al niño?

Por supuesto, el último modelo sería el deseado por muchos, esos llamados padres fuera de serie o súper papás que han elegido una paternidad involucrada, siempre presente y guiada por las necesidades de sus hijos. ¿A cuántos padres como estos conocen ustedes? Yo sí conozco varios y puedo asegurarles que no son una rareza ni una especie en peligro de extinción. Son muchísimos y andan por ahí esparcidos, trabajando en cualquier oficio, batallando a diario, quizás con la cabeza perdida porque al niño le falta algo, o mirando el fondo de pantalla en el celular, donde su bebé regala su mejor sonrisa. El sexo masculino desde hace años ha tomado un papel cada vez más activo en la paternidad, lo que obviamente es muy beneficioso no solo para los niños, sino para la pareja y la estabilidad emocional de ambos padres.

El sexo masculino está tomando un papel cada vez más activo en la paternidad. Foto: Pinterest.

Pero claro, no es esta la generalidad. A pesar del empoderamiento de la mujer en nuestro país, y de que los tiempos han cambiado y hoy las madres trabajamos y estamos en responsabilidades decisivas que requieren dedicación, hay que decir que el modelo tradicional de paternidad y masculinidad continúa persistiendo. En Cuba, como en alquier parte del mundo, ocurre lo mismo. Me ha pasado mucho que veo a madres solas en consultas del niño, en hospitales, en las guaguas, y a los padres los veo, sí, no quiero ser absoluta, pero nunca en la misma medida. Sigue ocurriendo que es ella la que deja de trabajar, la que pide permiso, la que puede sacrificarlo todo... ¿Por qué siguen pasando cosas como estas inclusive en familias con alto nivel cultural?

Leí una vez que no era casual que machismo empezara con M de maternidad, y es que, desde la propia cuna, se pueden alentar posiciones contrarias a la igualdad de mamá y papá. Por ejemplo, ¿por qué muchas veces los hombres no acompañan a la madre a las consultas de embarazo? Tampoco he entendido porqué en los hospitales maternos no está permitido el acompañamiento de hombres a las recién paridas... Desde esas pequeñas cosas, se va construyendo a mi modo de ver la paternidad y los tipos de padres, y por eso siempre es importante que cuidemos hasta el mínimo detalle.

La lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, más la recuperación tras el parto, son elementos que por naturaleza repercuten en que la madre desde el nacimiento esté más apegada al niño. Esto influye en que son en su mayoría las madres quienes se acogen a la licencia de maternidad y no los padres a la de paternidad, por ese lazo afectivo que se tiende entre el bebé lactante y su progenitora. Ellos no tienen pecho, y quizás eso los pone un poco en desventaja. En Cuba, por ejemplo, para los padres es posible acogerse a licencia de paternidad, pero la realidad es que son los menos.

Cuando nace el bebé, emergen entonces los diferentes tipos de padres.

El papá que le dice a la madre que vaya a trabajar y solicita él su licencia de paternidad.

El que trabaja en la calle, pero se las ingenia para estar pendiente de todo y conocer desde cuántos culeros ensució el niño, hasta cuántas veces se pegó a la teta.

Los despreocupados, que creen que las cosas del niño son responsabilidad de la madre, y se olvidan que procrearon cuando el divorcio es inevitable.

Padres económicos (se centran en garantizar el sustento económico de los hijos)

Padres de fin de semana (recogen al niño el sábado y el domingo lo regresan a su madre hasta la próxima semana)

Padres guardaespaldas (consideran que su función es defender a su niño de todo lo malo que pueda asecharle)

Padres taxi (aunque separados de la madre, siguen llevando al niño en carro a resolver todas sus necesidades).

En general hay buenos y malos padres… pero... hasta ahí empieza el quid de la cuestión.

¿Buen padre?

Foto: Archivo

En el caso de los hombres, se usa mucho el calificativo de buen o mal padre, mientras que en el caso de las mujeres se habla en el sentido de madre y punto.

Pónganse a pensar cuántas veces no han escuchado el calificativo de “qué suerte tienes” o "qué bueno es él", para referirse a un hombre que lleva cargado al niño, que acompaña a la mamá a las consultas, que lleva el niño al círculo y a vacunar, o que calienta un biberón y se lo da a su bebé. Hasta nosotras mismas como mujeres hemos llegado a ver actos como estos como hazañas, por el propio paternalismo que hemos heredado de antaño. Sin embargo, ¿no son las mismas tareas que realiza la mujer durante 24 horas del día y 365 días del año?

Pero la realidad es que los requisitos exigidos para ser un buen padre son  muy inferiores a los que te piden para ser una buena madre. Para la mujer, todo lo que hace se consideran obligaciones, mientras que en los hombres se usa mucho el término "ayudar".

Caricatura de una familia. Fuente: Pngtree

Para ser justos con ambos sexos, y porque estoy segura de que hay muchos padres que hasta reprochan actitudes machistas como estas, yo creo que lo primero sería colocar a ambas figuras en igualdad total de condiciones y no hablar de buenos y malos padres, sino de padres a solas. Pero ahora, eso sí, si vamos a ser padres vamos a serlo con todas las de la ley.

Hay que dejar atrás ideas machistas profundamente “normalizadas” en la mente de hombres y mujeres, porque los tiempos han cambiado y hoy son cada vez más los padres que cuidan, aman, y viven la paternidad en toda su extensión de la palabra.

"Madre hay una sola", suele ser un refrán muy conocido, y es verdad, pero para ser justos, padre también hay uno solo.

Quisiera que en los comentarios me contaran de súper padres que conozcan, y estoy segura que lo harán, pero sé con tristeza que también habrá muchas historias tristes, a las que les dejo todo mi aliento. Escríbanme, y nos vemos en una próxima entrada.