Goles son amores: Industria cultural

Coutinho puso el 2-0 contra Ecuador. Foto tomada de sportyou.es.

Desde hace algún tiempo, podría decirse que las selecciones de Francia y Brasil terminan siendo lo mismo: conglomerados de piernas armonizadas, melódicas; dispositivos diseñados en laboratorios para conseguir el entretenimiento masivo: después de un estribillo, una pared entre Griezmman y Giroud; antes del interludio, cuatro recortes de Neymar en la medialuna del área.

Quizás lo anterior tenga que ver con la satisfacción de necesidades: la rendición ante lo vistoso, lo sugestivo. El éxito generalizado consistiría en lograr que eso se reprodujera y se estandarizara para que luego nadie se acordara de cómo las cosas llegaron a determinado lugar. La identidad, en gran parte de los casos, se vuelve uniforme. A veces llega a aburrir. Sucede cuando las fórmulas se unifican. Si se observa detenidamente, por ejemplo, Bélgica y España solo se diferencian en un mediocampista de contención.

Brasil y Francia en sus últimos partidos usaron un volante de recuperación. Deschamps puso sobre el papel a Pogba como parte de un doble pivote junto a Kanté. Sabemos que eso no es real. Sabemos, además, que Pogba no tuvo posición fija; se dio, incluso, el lujo de regatear dentro del área y rematar contra el cuerpo de Cillessen. Ambos técnicos colocaron a cuatro hombres en el medio, con los jugadores de los costados abiertos por las bandas (Willian y Coman; Lemar y Neymar). El brasileño del PSG tampoco tuvo una zona del campo establecida. Los laterales pisaron el área con regularidad. Los porteros bostezaron, seguramente, varias veces.

La idea de Brasil y Francia probablemente no haya sido, a priori, mercantil. Se fue mercantilizando con los partidos y la empatía colectiva. Ahora mismo nadie es capaz de determinar cuándo y dónde comenzó a actuar el lucro. Eso es lo peor. Estamos expuestos ante tanta visualidad que alcanzamos a perder los puntos de partida, los ritos iniciáticos.

El fútbol, cuando se asimila a lo ornamental, esconde demasiadas molestias que a veces solo resaltan cuando terminan las competiciones. Primer problema: los torneos duran casi todo el año. Segundo problema: cuando terminan llegan el mercado, las portadas grandilocuentes, los rumores, los negocios turbios, el Instagram, los fraudes fiscales, el Twitter, el “Se queda” de Piqué, las burbujas, el transfer request, el fair play financiero, la ubicación geográfica de los yates de Cristiano y Messi, los partidos de Diego Costa y sus amigos, las revisiones médicas fallidas, las bodas, los amistosos publicitarios, las novias de los futbolistas y sus bikinis…

Las lógicas de este deporte como fenómeno de masas provocan el encubrimiento generalizado de algo real. El movimiento de un balón de un lugar a otro implica dos elementos cuasi-conspirativos: (1) una justificación ramplona para hablar de lo contrario y reproducirlo como sinopsis de lo que debería importar (2) un mercadeo nauseabundo donde todo es mitificable.

Del Francia-Holanda y el Brasil-Ecuador, algunas memorias: (1) La grada comienza a pedir la entrada de Mbappé; Deschamps lo pone cuando restan quince para el final; anota el 4-0 después de una pared con Sidibé; demasiado tarde y en una situación poco favorable para convertirse en héroe (2) Coutinho filtra, por encima de la defensa, un balón para Gabriel Jesús; éste le hace un sombrero a un central y cede de cabeza para el del Liverpool que anota el 2-0. Las cámaras siguen una parte de la celebración y luego buscan al delantero del City, en el césped después de un golpe con un zaguero. El director de la transmisión decide que, en la repetición, Coutinho la mandará adentro, correrá hacia la parte derecha del campo y llorará junto al pecho de Willian. Las lágrimas entonces serán por el fichaje fallido, por la tensión de los últimos meses… A fin de cuentas, el llanto de lejos, por sí solo, puede ser una expresión ambigua.

Eliminatorias europeas:

Fuente: UEFA.

Fuente: UEFA.

Fuente: UEFA.

¿Cómo van los grupos en Europa?

Fuente: UEFA.

Fuente: UEFA.

Fuente: UEFA.

Eliminatorias sudamericanas:

Fuente: CONMEBOL.

Fuente: CONMEBOL.

En CONCACAF:

Fuente: CONCACAF.

Fuente: Google.

Eliminatorias asiáticas:

Últimos partidos en Asia. Fuente: FIFA.

Fuente: FIFA.

Fuente: FIFA.

En África, ¿cómo va todo?

Últimos partidos en África. Fuente: FIFA.

Fuente: FIFA.