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Periodismo cubano sin secretismo

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En los talleres creativos, identificados por el reciente Pleno Extraordinario del Comité Nacional de la UPEC como espacio para que cada medio de prensa, delegación y territorio analice sus problemas, y busque soluciones, el tema de la lucha contra el secretismo emergió con fuerza.

En la “nube de etiquetas” sobre los vocablos más usados en los talleres, presentada por Rosa Miriam Elizalde, integrante de la Presidencia Nacional, secretismo tiene un tamaño que es indicativo de que en alrededor del 80 por ciento de esos encuentros efectuados en la capital, provincias y municipios, el tema persiste, aunque hace ya tres años en una sesión del Parlamento cubano el presidente Raúl Castro llamó a su erradicación.

Más de cien planteamientos sobre el secretismo que afecta el trabajo de los medios y de los periodistas –muchos de ellos ejemplificados— hubo en los talleres. Identificados como instituciones y organismos más secretistas estuvieron los ministerios de Educación, Salud Pública, Turismo y Energía y Minas. Se dieron ejemplos puntuales de crisis con Recursos Hidráulicos, Agricultura, centros de investigación científica, tiendas recaudadoras de divisas y distintas empresas.

También hubo criterios sobre la autocensura de directivos de medios y periodistas en determinados temas que, en ocasiones, deriva en secretismo –informaciones u opiniones que no publicamos-- y que corresponde a nosotros, es decir a los que trabajamos en los medios, darle solución. Se trata de algo endógeno, no exógeno. De ahí que José Alejandro Rodríguez, al hacer en el Pleno un análisis profundo sobre el resultado de los talleres creativos, dijese: “Un catalejo para mirar lo que nos frena afuera, pero también un microscopio potente para vernos por dentro”.

Contra la mentalidad secretista y esa práctica negativa, que afecta el derecho a la información del pueblo y la credibilidad de los medios revolucionarios, se ha venido trabajando intensamente en cumplimiento de los acuerdos del IX Congreso de la UPEC, efectuado en julio último.

Trabajar para resolver ese complejo problema es voluntad del Partido, y así lo expresó ante el Pleno Rolando Alfonso Borges, jefe del Departamento Ideológico. Y se vienen dando pasos, en ese sentido. Se ha iniciado un proceso de encuentros con los consejos de dirección de más de treinta organismos centrales del Estado y otras instituciones, con la participación de la dirección de la UPEC, para, entre otros asuntos, destrabar la información útil y oportuna a la que debe acceder la prensa para la realización de un trabajo de mayor efectividad. Es propósito que el total de esos encuentros se realicen en este último trimestre del año.

Antonio Moltó, presidente de la UPEC, decía hace poco algo que encierra mucha sabiduría: el papel nuestro no puede ser de enfrentamiento, de choque con los que tienen que propiciar la información, sino de hacerles comprender lo que ello representa para el desarrollo de nuestro proyecto revolucionario. Lo tenemos que hacer con el debido cariño sin cejar en principios. Porque en un país socialista y revolucionario solo hay un único dueño de la información: el pueblo. Desde hace muchos años hay una máxima que no podemos olvidar ni un segundo en las condiciones concretas de Cuba, en medio de la hostilidad y el cerco imperial, “un pueblo bien informado, jamás podrá ser vencido”.

La UPEC está comprometida en esta batalla. Pide a los afiliados que cada manifestación de secretismo le sea comunicada de inmediato a fin de, utilizando los canales de diálogo que tiene la organización, intentar soluciones puntuales y, además, si fuera indispensable, hacer la denuncia en los medios de comunicación de la UPEC. Esta sección Sin Secretismo fue creada con ese objetivo.

En el Pleno Extraordinario dijimos: El secretismo no es una batalla ganada, pero creemos que hemos empezado a avanzar y somos optimistas de que la vamos a ganar con la voluntad y esfuerzos concertados por todos: Partido, UPEC, instituciones estatales y de gobierno, directivos de medios y periodistas.

Dada sus complejidades, y la mentalidad secretista que se ha entronizado en algunos cuadros, incluyendo los de nuestro propio sector, creemos que será una batalla dura, en que habrá momentos de avances y habrá momentos de retrocesos. Necesita, en fin, algún tiempo. Y la ganaremos más temprano que tarde si cada día mantenemos un pie en el acelerador y el otro en el freno para avanzar con el equilibrio necesario.

Lo que si es importante, como decía Pepe Alejandro, es tener un catalejo para mirar lo que nos frena afuera, pero también un microscopio potente para vernos por dentro. Son dos herramientas que nos guiarán por el camino correcto.

(Tomado de Cubaperiodistas.cu)