Strike 3: Siguen llegando bailadores

Lástima: Vera no asistirá a la fiesta

Dos de los equipos grandes de la pelota cubana, Pinar y Santiago, fueron anunciados en la misma jornada que se conoció la integración de Cienfuegos, una de las fuerzas emergentes del máximo pasatiempo insular.

Como no sea la sustitución del manager Urquiola por Juan Castro, la nómina de los tabaqueros no tiene muchos cambios con respecto a la campaña previa, cuando se coronaron contra todo vaticinio precontienda. Los pativerdes mantienen la base del line up y del staff monticular -Vladimir Baños se recupera paulatinamente-, pero esta vez tendrán que batallar contra dos elementos peligrosos.

El primero, la lógica presión que, como "bate" de Damocles, pesará sobre el equipo. Si hace doce meses no se le exigía mucho más que un desempeño digno, ahora el compromiso consiste en reeditar el éxito.

El otro, que el estreno de director suele representar un desafío adicional para cualquier escuadra, porque el hombre es un animal de costumbres -ya se sabe- y cada manager trae su propio librito bajo el brazo.

Así y todo, hay suficiente parque en la novena para librar la guerra. Con un año más a cuestas, Saavedra y Quintana pueden juntar sus armas en la medular ofensiva con las de Donal Duarte y Peraza, quien dejó algunas deudas en la Serie anterior y esta vez, de seguro, se enfrascará en saldarlas.

Como es tradición en la provincia, pitchers hay para encarar el reto. Véalo usted: además de Baños, Castro podrá disponer de Yosvani Torres, Julio Alfredo Martínez, Erlis Casanova, el veterano Omar Licourt, Irandi Castro, Jesús Guerra...

Diametralmente opuesto se me antoja el estado de cosas en Santiago, que será dirigido por Alcides Sánchez. Ido el tremendo Vera, el equipo ha quedado sin un primer lanzador de garantías, y los indómitos habrán de fiarlo todo a los servicios de Danny Betancourt, Cintra, Yaumier Sánchez, y los prometedores Alaín Delá y Denny Alá.

No obstante, la artillería de las Avispas sigue siendo una amenaza. Encabezada por Olivera y Bell, cuenta también con Meriño, Reutilio, y las incorporaciones de Michel Gorguet y, en especial, Edilse Silva, de brutal rendimiento con Holguín hasta hace poco.

Por último, repasemos a Cienfuegos, uno de los planteles que más han crecido en los últimos años, al punto de pasar de sotanero a candidato serio al trono.

Par de meses atrás escribí que los Elefantes eran, a mi juicio, la escuadra a derrotar en este campeonato. Mas la nueva sanción de Yasiel Puig me obliga a reconsiderar la contundencia de la frase.

Ojo: no quiero decir que sea el fin de la ilusión sureña. De hecho, ella persiste, y con razones muy fundadas. A lo que me refiero es que la pérdida de aquel portento (un legítimo Cinco Herramientas) priva al elenco de un one-two formidable con José Dariel Abreu, de un "mosquete" infalible en los jardines, y de su corredor más agresivo en los senderos.

Eso es inapelable. Pero, claro, Iday Abreu buscará fórmulas para atenuar el hueco, y en sus manos están no pocas cartas que le pueden dar el triunfo en la partida.

¿O es que acaso José Dariel y Arias no inspiran, más que respeto, miedo? Ese tándem, apoyado por la reinserción de Pavel Quesada, y tirando de una camada de atletas velocísimos -Arruebarruena, Leiva, Lázaro Rodríguez-, puede aportar lo suficiente para que Norberto, Entenza, Insua, Ibarra..., hagan a gusto su trabajo.

¿Será este el año del Elefante? Solo el tiempo dirá.