Récord atlético y la polémica de las nuevas zapatillas

Beatrice Chepkoech. Foto: World Athletics.

La keniana Beatrice Chepkoech se situó por segunda vez entre las recordistas del mundo al vencer, en apenas 14,43 minutos, la prueba mixta de cinco kilómetros en el principado de Mónaco.

La campeona mundial de los 3 000 metros con obstáculos se enfrentó a un fuerte viento durante todo el recorrido por la costa monaguesca, pero incluso así logró superar los 14,44 con que la holandesa Sifan Hassan comandaba la lista de toda la historia.

Esta es una prueba que se compite entre mujeres solo desde el 2007 y se considera diferente cuando es mixta –como la de este domingo, pues hacen el recorrido conjunto hombres y mujeres– o si la asistencia es únicamente para féminas.

Chepkoech también posee la plusmarca universal de los 3 000 metros con obstáculos, luego de que en el 2018 ganara en el propio Mónaco con 8:44.32 minutos.

La nueva marca se suma a las varias que se han establecido desde el pasado año y llega para avivar la polémica en torno a los avances tecnológicos de las zapatillas utilizadas, tanto para las carreras en carretera como en pista.

Una reciente publicación en la versión digital del periódico Marca cita al ex director de comunicaciones de la Federación Española de Atletismo, Gerardo Cebrián, y los datos son elocuentes.

Por ejemplo, solo en la reciente reunión de Lievin, una de las etapas doradas del World Athletics Indoor Tour 2021, se quebraron 41 marcas personales, 30 de ellas en los eventos de medio fondo: de 800 a 3 000 metros, se comenta en el texto.

Las zapatillas de placa de fibra de carbono parecen ser las responsables en gran medida de lo que ya muchos llaman una “revolución” dentro del atletismo, iniciada en las carreras de maratón y pasada ahora a las pistas.

“El récord mundial de la etíope Tsegay en 1 500, rebajando en dos segundos la marca (3:53.09), la actuación de su compatriota Genet Wale, obstaculista, que en los 3 000 lisos se quedó a ocho centésimas del brutal registro de Komen (7:24.98), el europeo de Ingebrigtsen en 1 500...”, así se ilustra los sucedido a principios de semana en la localidad francesa.

Placas rígidas y espumas que consiguen retornar energía tras cada apoyo son el principal componente del calzado, aunque con variaciones según el fabricante y siempre necesitadas de la aprobación de la World Atlhetics.

La polémica sigue “al rojo vivo”, en medio de aceptaciones e inconformidades, incluso algunos como el español Juan Carlos Higuero, finalista en los 1 500 metros de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, confiesa su duda respecto a la realidad impuesta.

“Es el resultado de la batalla de las marcas comerciales. Es un sentimiento dispar. La tecnología ha venido para quedarse, por un lado, pero ves que a leyendas como Bekele, para mí el mejor de la historia, le quita récords gente que quizás no tenga tanta calidad”, asegura.

(Con información de JIT)