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¿Qué pasa en América Latina tras la legalización del aborto en Argentina?

Marcha en favor de la legalización del aborto en Argentina, Buenos Aires, 30 de diciembre de 2020. Foto: Agustin Marcarian / Reuters.

La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina fortaleció las campañas de colectivos de mujeres que pelean ese derecho en América Latina, una región en la que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se realizan en promedio siete millones de abortos, de los cuales el 95% son inseguros debido a que es una práctica que se realiza en la clandestinidad.

Desde que el pasado miércoles el Senado del país sudamericano aprobó la legalización, las felicitaciones de organizaciones feministas de todo el Continente se replicaron en las redes sociales con mensajes que anticiparon el reforzamiento de los reclamos, marchas y todo tipo de activismo para que en cada país se imponga el ejemplo argentino.

"Vamos juntas todas las latinas", "Ya pudieron las pibas, ahora vamos las morras", "En el 2021 nos toca a nosotras", "Será Ley en toda América Latina" y "La ola verde toma toda Latinoamérica" han sido algunos de los lemas más repetidos en los últimos días.

En América Latina, el aborto ahora sólo es legal sin restricciones en Argentina, Cuba, Guyana, Guyana Francesa, Puerto Rico y Uruguay. En México únicamente está legalizado en la Ciudad de México y en Oaxaca.

En el resto de países de la región, o está totalmente prohibido y penalizado, o solo se permite si el embarazo es producto de una violación o si peligra la salud o la vida de la madre, entre otras causales.

El reciente triunfo de la lucha por el derecho al aborto animó a los feminismos gracias al antecedente del matrimonio igualitario (entre personas del mismo sexo), ya que Argentina fue el país pionero en aprobarlo en 2010, pero logró un efecto cascada que se repitió luego en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa y Uruguay.

Por eso ya lo llaman "la ola verde", en referencia al color de los pañuelos que simbolizan el respaldo al aborto legal. El problema es que en Argentina fue crucial el apoyo del presidente Alberto Fernández a un derecho que muchos de los jefes de Estado de América Latina rechazan abiertamente.

Reacciones

Iván Duque, de Colombia; Sebastián Piñera, de Chile, y Mario Abdo Benítez, de Paraguay, son algunos de los que presidentes que durante sus campañas y gobiernos han reiterado en diversas ocasiones que están "a favor de la vida", el lugar común con el que se suele rechazar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

En el caso de Uruguay, en donde sí está legalizado, el presidente Luis Alberto Lacalle Pou aseguró al inicio de su gobierno que pondría en marcha una estrategia de "desestímulo" de los abortos.

"Sin perjuicio de la filosofía de cada uno, de lo que hayan votado o acompañado en su momento, todos entendemos que Uruguay tiene que tener una fuerte protección a los niños por nacer, que hay que tener una política de desestímulo de los abortos, que el Uruguay en su Constitución y de acuerdo a los pactos ratificados entiende que hay vida desde la concepción y en ese sentido, un niño que no ha nacido tiene derechos", advirtió a pesar de que ese debate fue saldado con la legalización aprobada en 2012.

A raíz de la aprobación en Argentina, el brasileño Jair Bolsonaro, quien es uno de los mandatarios que tiene una postura más radicalizada en este y en múltiples temas, ni siquiera tuvo que ser consultado por la prensa, ya que por iniciativa propia publicó un tuit para criticar la decisión del Senado del país vecino.

En Paraguay, el diputado Raúl Latorre impulsó, y logró, que la Cámara de Diputados celebrara un minuto de silencio como forma de repudio a lo ocurrido en Argentina.

"Pido un minuto de silencio por las miles de vidas de hermanitos argentinos que se van a perder, aún antes de nacer, en base a la reciente decisión tomada por el Senado del vecino país", dijo.

López Obrador, a consulta

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sí fue cuestionado de manera directa por el voto positivo del Senado en Argentina, pero optó por una respuesta que deja al gobierno fuera de cualquier iniciativa, ya que les propuso a las feministas mexicanas impulsar ellas mismas una consulta para saber la opinión del resto del país con respecto al aborto.

"Es una decisión que tomaron en Argentina. En el caso de México, nosotros hemos sostenido que es un tema que debe de consultarse y en el cual deben de decidir libremente las mujeres y que no hay ninguna limitación para que se manifiesten quienes están a favor de estos cambios en la legislación, hay libertad absoluta", aseguró.

También insistió en que el aborto legal es uno de los temas más "polémicos", argumento con el cual siempre se ha negado a pronunciarse a favor o en contra con claridad.

"Lo mejor –siempre lo he sostenido– es que se consulte a los ciudadanos, que no se imponga nada, que todo sea de acuerdo a la decisión mayoritaria de las personas y en este caso de las mujeres, que decidan con libertad, pero que no se imponga nada. El mejor método para resolver discrepancias, diferencias, puntos de vista, es el método democrático, eso es lo que yo siempre he sostenido", propuso, a pesar de que uno de los lemas de las campañas en favor de la legalización es que los derechos no se plebiscitan y que incluso su partido, Morena, aplaudió la votación del Senado argentino.

López Obrador insistió en que esta es una decisión de las mujeres. "Mi postura es que en estos temas en donde hay puntos de vista a favor y en contra, porque así es la democracia, no hay un pensamiento único, lo mejor es consultar a los ciudadanos y en este caso, repito, a las mujeres. Y hay mecanismos para poder solicitar una consulta, la Constitución nuestra lo establece en el artículo 35, se reúne un número determinado de firmas, se solicita una consulta y esa consulta puede ser vinculante y lleva a que se modifiquen las leyes o no, dependiendo de la opinión de las mujeres", señaló.

El presidente reiteró que no cree conveniente tomar "una decisión desde arriba", es decir, desde el gobierno, ya que existe la opción de que el Poder Legislativo modifique la ley de acuerdo con los resultados de una consulta producto de la democracia participativa.

"Se trata de respetar a todos, de poner por delante la libertad. Somos libres y en México se procura, sobre todo en este gobierno, el que se escuche y se tome en cuenta a todos, sin distinción de religión, corriente de pensamiento, situación económica, social, cultural. Es consultar a todos, porque todos, todos, todos, y en lo específico todas las mujeres, merecen respeto, todas, y tiene que haber igualdad. Entonces, si se considera que esto es necesario, importante, hay la vía para que se decida. Que no intervengan estructuras de poder, esto es que no sea un asunto de gobierno o de los poderes o de las Iglesias, sino que sea un asunto de las mujeres, de los ciudadanos, de la gente, del pueblo", convocó.

(Con información de RT Noticias)