COVID-19 en el mundo: Segunda ola de infecciones muestra que Europa nunca aplanó la curva

La segunda oleada de infecciones de la COVID-19 ha dejado en claro que Europa realmente nunca aplanó la curva del virus. Foto: La Demajagua.

La segunda oleada de infecciones de la COVID-19 demuestra que Europa realmente nunca aplanó la curva del virus, como esperaban lograrlo luego de los confinamientos durante la primavera.

El panorama de esta semana es complejo: España declaró estado de emergencia en Madrid en medio de crecientes tensiones entre las autoridades locales y nacionales en torno a las medidas de contención contra el virus; Alemania ofreció desplegar soldados para ayudar con el rastreo de contactos en nacientes focos de infección e Italia ordenó el uso obligatorio de mascarillas en espacios abiertos y advirtió que el sistema de salud enfrenta “importantes problemas críticos” a medida que los hospitales se llenan.

En la República Checa, el país padece de la mayor tasa de infecciones per cápita en el continente, 398 por cada 100.000 habitantes.

Epidemiólogos y residentes apuntan hacia los gobiernos por no haber aprovechado la reducción de casos durante el verano, para prepararse adecuadamente para el anticipado repunte otoñal.

Esta semana en Roma, las personas hicieron fila entre 8 y 10 horas para realizarse pruebas diagnósticas, mientras que los médicos de primera línea de Kiev a París se encuentran nuevamente cubriendo extenuantes turnos con poco personal en pabellones hacinados.

Los expertos señalan que la alta tasa de infecciones en Europa se debe en gran parte a las pruebas de diagnóstico generalizadas que están dando a conocer muchos más positivos asintomáticos que durante la primera oleada, cuando únicamente se les practicaban los exámenes diagnósticos a los enfermos.

De cualquier forma la tendencia es alarmante, considerando que la temporada de influenza ni siquiera ha comenzado, las escuelas están abiertas para la enseñanza presencial y el clima frío aún no envía a los europeos al interior, donde la infección se puede propagar con mayor facilidad.

(Con información de AP)

Pacientes recuperados de la COVID-19 sufren un deterioro cognitivo

La proporción de personas con síntomas cognitivos durante cualquier período de tiempo, como resultado de la COVID-19 se desconoce y es un foco de estudio ahora, pero podría llegar hasta el 20%. Foto: Todo Disca.

Varios de los pacientes que se han recuperado de la COVID-19 han reportado que sufren un deterioro cognitivo o una "niebla mental" posterior al coronavirus.

La cineasta australiana Mirabai Nicholson-McKellar aún experimenta síntomas, incluidas dificultades para pensar, siete meses después de recibir el alta.

"La niebla mental parece una descripción tan inferior de lo que realmente está sucediendo. Es completamente paralizante. No soy capaz de pensar con la suficiente claridad para [hacer] nada", describió su estado la mujer, de 36 años, y agregó a The Guardian que la experiencia se describiría mejor como "deterioro cognitivo con enormes consecuencias".

"Cuando me canso se vuelve mucho peor y, a veces, todo lo que puedo hacer es acostarme y mirar televisión", explica. La 'niebla mental' la ha vuelto olvidadiza hasta el punto de que se le queman las ollas cuando cocina y le impide tener una conversación coherente o escribir un mensaje de texto o correo electrónico. "Me siento como una sombra de mi antiguo yo. Ahora no vivo, simplemente existo", lamenta.

¿Qué dicen los médicos?

El doctor Michael Zandi, consultor del Instituto de Neurología Queen Square de la UCL (Reino Unido), le dijo al medio que ha visto pacientes que han estado viviendo con la 'niebla mental' durante algunos meses y cada vez hay más casos entre las personas no fueron ingresadas en hospital y se enfrentaron a la COVID-19 en casa.

"La proporción de personas con síntomas cognitivos durante cualquier período de tiempo, como resultado del covid-19, se desconoce y es un foco de estudio ahora, pero podría llegar hasta el 20%", dice.

Zandi señala que podría haber muchas causas de la confusión mental entre los supervivientes del covid-19: desde la inflamación en el cuerpo hasta la falta de oxígeno en el cerebro, esta última es una preocupación particular para quienes pasaron tiempo con respiración asistida.

Agrega que los experimentos en placas de laboratorio incluso han sugerido que el coronavirus puede infectar células cerebrales y bloquear el suministro de oxígeno a las células adyacentes, aunque ese trabajo aún no ha sido revisado por pares.

Por su parte, el doctor Wilfred Van Gorp, expresidente de la Academia Estadounidense de Neuropsicología Clínica, dice que muchos de los que superaron la COVID-19 han reportado la 'niebla mental' también tienen problemas que van desde dolores de cabeza hasta dificultades para tolerar ruidos fuertes y controlar las emociones.

(Con información de Russia Today)