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La Habana: Una ciudad de ciencia

Un científico del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana. Foto: Desmond Boyland / Nature

La Habana es una ciudad de ciencia. No solo porque en ella hayan nacido renombrados científicos que pusieron en lugares cimeros el nombre de la isla. Desde la historia y la actualidad, muchísimas podrían ser las razones. En fecha tan temprana como 1728, se fundó la Universidad de La Habana y con ello comenzaría la formación de médicos en el país. Tiempo después, con la Revolución, el papel de la capital en el desarrollo científico daría pasos más acelerados, pues en 1960 Fidel planteaba que el futuro de Cuba tenía que "ser necesariamente el de hombres de ciencia".

La Habana concentra hoy el mayor número de entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación del país y alberga el potencial científico de más de 3 mil investigadores.

También, es sede cada año de importantes congresos de la comunidad científica y desde sus destacados centros de la Biotecnología, medicamentos únicos de su tipo en el mundo como el Heberprot-P, la vacuna CIMAvax-EGF, así como terapias para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central, el cáncer, la Hepatitis B o la meningoencefalitis han convertido a nuestro país en una potencia mundial.

Cuando la capital está cumpliendo cinco siglos de historia, desde Cubadebate destacamos su aporte decisivo al desarrollo científico del país.

Por supuesto, este un empeño en el que no solo ha participado la capital, sino toda Cuba. Sin embargo, La Habana ha tenido, tiene, y tendrá un papel crucial, por la combinación entre importantes centros de ciencia, la tecnología y la innovación y el elevado número de profesionales altamente calificados que en ellos hoy laboran.

Las raíces: La Habana es cuna de notables científicos

En La Habana nacieron algunos de los científicos cubanos más connotatados de todos los tiempos. Imagen: Edilberto Carmona Tamayo/ Cubadebate

Comencemos con un poco de historia. Resulta llamativo que la capital cubana haya sido cuna de notables hombres de ciencia, que trascendieron su época por la magnitud de sus aportes.

Aquí nació Tomas Romay Chacón, considerado el Hipócrates cubano y conocido por difundir la vacunación contra la viruela en Cuba. También lo hizo uno de los científicos más universales de la nación, Felipe Poey Aloy, figura cimera en la historia de la ciencia en el país y con un quehacer intenso en los estudios ictiológicos.

En esta ciudad maravilla, también llegó al mundo Álvaro Reinoso, padre de la Agricultura Científica Cubana, y otras destacadas personalidades como Don Fernando Ortiz, tercer descubridor de Cuba; Ángel Arturo Aballí, uno de los pediatras más eminentes de la historia de la medicina cubana y Francisco de Albear y Fernández, creador de múltiples obras de beneficio social, como el Acueducto de Albear.

En esta ciudad que cumple cinco siglos también nacieron las primeras instituciones que defendieron la ciencia en Cuba, como la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en 1861, donde expuso sus descubrimientos científicos el doctor Carlos J. Finlay Luego, en el siglo XX, surgiría el Laboratorio Histobacteriológico y el Instituto de Medicina Tropical, adscrito a la Universidad de La Habana, donde descollarían hombres de ciencia como Pedro Kourí, fundador de la parasitología médica cubana.

El aporte de La Habana al desarrollo científico tras el Triunfo de la Revolución

Trabajadores del Centro de Inmunoensayo en La Habana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Como planteó 1997 la Dra. Rosa Elena Simeón, entonces Ministra de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente,  en su ponencia “La ciencia y la tecnología en Cuba”: la apuesta por la formación humana y el desarrollo profesional y científico llegó con fuerza a Cuba, y por ende a La Habana, con el Triunfo de la Revolución cubana.

60 años después de aquel primero de enero, La Habana hoy es una ciudad de hombres y mujeres de ciencia, y el desarrollo científico no está en manos de un grupo de mentes brillantes, sino de un amplio número de profesionales de diversas generaciones, que desde los laboratorios, las universidades y las empresas, lo dan todo por la ciencia.

De acuerdo con Marisol Romeu Hernández, Jefa de la Unidad de Biotecnología del CITMA en La Habana, la comunidad científica y tecnológica de La Habana ha realizado significativos aportes a la economía y la sociedad del territorio y el país.

“En la capital están registradas 128 Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación, con un potencial científico de más de 17 mil profesionales, de ellos más de 3 mil investigadores categorizados, 1150 Doctores en Ciencias y cerca de 4 mil Maestros en Ciencias”, precisó a Cubadebate.

Tan solo en 2018, se ejecutaron desde La Habana más de 2678 proyectos de investigación, desarrollo e innovación, y se alcanzaron 49 de los 72 Premios de la Academia de Ciencias de Cuba otorgados.

Por resultados como estos la provincia obtuvo la Sede del Acto Nacional por el Día de la Ciencia Cubana el pasado año, recordó la funcionaria.

La Habana: casa de la Biotecnología cubana

Laboratorios del CIGB Foto: Dunia Álvarez Palacios/ Granma.

Entre los sectores científicos con mayor desarrollo en Cuba se encuentra la Biotecnología. La Revolución entendió tempranamente su importancia como un sector fundamental para la salud del pueblo cubano y el despunte de su economía y por eso nació el Polo Científico del Oeste de La Habana, en 1991.

Actualmente agrupadas dentro del grupo empresarial BioCubaFarma, se localizan en La Habana prestigiosas instituciones de excelencia científica, como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunología Molecular (CIM),  el Centro de Inmunoensayo (CIE), y el Centro de Neurociencias (CNeuro), donde se ejecutan proyectos y crean y comercializan productos biotecnológicos cubanos.

Entre los principales resultados alcanzados por la industria biofarmacéutica el pasado año destacan la introducción de 23 nuevos productos, la presentación de ocho nuevos objetos de patentes en la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, así como el otorgamiento de 116 patentes a nivel internacional.

Otras prioridades de la ciencia en La Habana

La ciencia en La Habana prioriza actualmente siete líneas de investigación y desarrollo, en respuesta a las prioridades nacionales, según plantea la Estrategia Provincial de Ciencia, Tecnología e Innovación para el período 2017-2020.

Entre las áreas priorizadas destacan temas de singular importancia para el presente y futuro del país, como el desarrollo energético, la producción de alimentos, la producción de materiales y tecnologías de construcción, la salud, el transporte y la gestión ambiental sostenible. Hacia aspectos como estos se encaminan las prioridades de la ciencia en La Habana.

Queda mucho por hacer. Cada día crece la importancia de la ciencia para el desarrollo. Identificar aquellos sectores más y menos acompañados por los resultados de proyectos científicos, preservar y desarrollar el potencial humano y lograr una mayor soberanía e independencia tecnológica son desafíos latentes. La Habana, como puntera del desarrollo científico, tendrá un papel imprescindible para que, como dijo Fidel: La Ciencia, y las producciones de la Ciencia, ocupen algún día el primer lugar de la Economía Nacional.