El pasado 11 de septiembre, Cuba registró los efectos de una operación especial de apagón informativo ejecutado por Twitter. Una buena parte de los medios de comunicación del país, decenas de periodistas y personalidades, vieron bloqueadas sus cuentas en la red social de microbloguin, en una acción sorpresiva ejecutada poco antes del inicio de una Mesa Redonda con el Presidente cubano, anunciada pocas horas antes de ese mismo día.
La simultaneidad, selectividad, sesgo político y desfachatada justificación con que se ejecutó el apagón, dan claros indicios de que no se trataba de una simple decisión algorítmica de la red del pájaro azul; era un ensayo premeditado de los servicios especiales de Estados Unidos, un acto de guerra cibernética.
Cubadebate, en particular, fue objetivo importante del operativo. No sólo se bloqueó nuestra cuenta principal, sino también las cuentas temáticas que nuestro sitio sostiene dedicadas a temas como los deportes, ecología, el mundo digital y las guerras. Se suspendieron además nuestras cuentas dedicadas a difundir las Reflexiones y el pensamiento de Fidel Castro, los discursos y actividades de Raúl Castro o el programa “Con dos que se quiera”, del reconocido cantautor Amaury Pérez Vidal, asiduo colaborador de Cubadebate.
Todo el equipo de dirección y los periodistas de Cubadebate fuimos despojados alevosamente de nuestras cuentas. Colegas que pasaron en algún momento por nuestra redacción y hoy están en otros proyectos sufrieron también el bloqueo selectivo. La mano de la censura alcanzó incluso a una joven que desde hace un año está en una beca de postgrado en Londres y otro joven colega que desde hace meses labora temporalmente en China. Incluso, diversos colaboradores de nuestra publicación digital fueron censurados. ¿Alevosía y ensañamiento?
Juego Sucio
Tras las múltiples protestas, la denuncia contundente de la Unión de Periodistas de Cuba y la cierta repercusión internacional del hecho; Twitter devolvió las cuentas de la mayoría de los medios de comunicación y una parte de las cuentas individuales que había congelado sin causa real alguna.
Sin embargo, no fue así con Cubadebate ni con varios miembros de su equipo periodístico.
El pasado miércoles 2 de octubre, exactamente tres semanas después de la operación de silenciamiento, Twitter comunicó a Cubadebate que no aceptaría ningún otro reclamo para la devolución de la cuenta oficial de nuestro portal digital, el que más seguidores tenía entre los medios de comunicación cubanos. Aquel 11 de septiembre, el perfil de Cubadebate mostraba más de 299 mil seguidores de diversas partes del mundo.
Tampoco han sido devueltas las cuentas de una parte significativa de nuestros periodistas y algunos colaboradores. ¿Pretenden acallar nuestras voces?
Los oscuros caminos de Twitter
Los servicios especiales estadounidenses (y de otras potencias) han utilizado más de una vez en sus operaciones alrededor del mundo a las redes sociales digitales.
En el caso de Twitter, es bien conocido su uso interesado en la promoción de las revueltas de la llamada Primavera Árabe y la solicitud expresa de la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton a la directiva de esa empresa para que no interrumpieran sus servicios por un mantenimiento planificado en sus servidores en los días más álgidos de la llamada Revolución Verde, para permitir que supuestos activistas iraníes denunciaran el fraude de las elecciones, las manifestaciones del pueblo y la represión del gobierno de ese país. Twitter cumplió con el mandato del Departamento de Estado. Después se supo que la mayor parte de los activistas que enviaban sus tweets se encontraban en territorio estadounidense, y que estas acciones provocaron unos 20 muertos.
Cuba tiene el antecedente cercano del programa Zunzuneo, un remedo de Twitter financiado por la USAID especialmente para nuestro país, cuyo objetivo final era promover protestas contra el gobierno revolucionario.
Twitter, por su parte, ha aplicado sospechosos bloqueos a medios cubanos en momentos de contingencia informativa. Como recordaba recientemente nuestro colaborador Omar Pérez Salomón, el 8 de enero de 2013 la red social Twitter suspendió indefinidamente más de 900 cuentas pertenecientes a la organización cubana, Joven Club de Computación y Electrónica. Este hecho coincidió con la cobertura que realizaban del recorrido conmemorativo de la caravana que condujo a Fidel Castro y otros miembros del Ejército Rebelde a La Habana en enero de 1959, luego del triunfo de la Revolución cubana.
El 18 de mayo de 2018, en medio de la intensa cobertura al accidente aéreo ocurrido en La Habana ese día, la red social Twitter bloqueó la cuenta del sitio Cubadebate. Un mensaje automático de Twitter explicaba que “su cuenta está temporalmente restringida porque ha presentado actividad inusual”.
La más reciente muestra de la conexión de Twitter con los servicios especiales de las potencias imperiales, lo dio a conocer esta semana el portal Middle East Eye, el cual develó que un ejecutivo de la compañía que dirige las campañas editoriales de la plataforma para Europa, Medio Oriente y África, sirve como oficial de la reserva de una unidad de guerra de información del Ejército Británico.
Se trata de Gordon McMillan, quien actúa como consultor de la 77ma Brigada en temas relacionados con las redes sociales y Oriente Medio. La 77ma Brigada fue creada en enero de 2015, en una reestructuración de unidades militares, incluído el Grupo de Operaciones Sicológicas y el Grupo de Operaciones de Medios.
Tras su creación, la Unidad fue presentada como la base de los “guerreros de Facebook”, y contaba con 1500 soldados regulares y reservistas. ¿Qué les parece?
No cejaremos
Así como ha resistido nuestro pueblo a todos los bloqueos; así seguirá dando batalla Cubadebate en las redes sociales digitales.
Cubadebate entró a Twitter en el año 2009, siendo uno de los primeros medios de comunicación del país en extender su mensaje a través de ese canal.
Nuestro propósito fundador de combatir el terrorismo mediático, enfrentar las mentiras de los poderosos, difundir nuestras ideas de paz y justicia para el mundo, sigue vigente y tiene un escenario necesario en las redes sociales; por más que estas se manipulen y se usen con espurios propósitos.
No dejaremos de llevar nuestro mensaje a cualquier escenario posible.
Por eso, aunque Twitter bloqueó alevosamente nuestra cuenta oficial, estamos de vuelta en esa red social de los 280 caracteres. Ahora informamos desde la dirección @cubadebatecu. Seguiremos dando nuestra batalla por las ideas mejores. Si te animas, ¡dale click y síguenos!
