El héroe cubano Gerardo Hernández Nordelo continuó esta jornada su intenso programa en Japón con una visita a Nagasaki, donde fue recibido en la sede del gobierno de la ciudad por sus máximas autoridades y una representación de funcionarios.
“Es un verdadero privilegio poder visitar Nagasaki y rendir tributo a las víctimas de aquel horrendo crimen”, expresó Gerardo durante su intercambio con el Alcalde Tomihisa Taue.
El luchador antiterrorista cubano recordó las palabras del Comandante Fidel Castro ante la Asamblea de las Naciones Unidas en 1979: “Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se pueden resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia”. Agradeció la cálida bienvenida, y reiteró el compromiso de Cuba en la lucha por un mundo de paz y libre de guerras.
El Alcalde agradeció la visita y la persistente labor de la Mayor de las Antillas, quien consistentemente en todos los foros internacionales defiende el desarme nuclear. Señaló que el caso de los Cinco, su historia y la batalla por su liberación constituyeron también importantes esfuerzos en favor de la paz. Agregó que, de los sucesos en Nagasaki, suele hablarse desde encima del hongo nuclear. “Nosotros estamos empeñados en que se conozca más sobre lo sucedido debajo de ese hongo”, precisó. Taue reconoció la presencia de Cuba en las actividades que cada año se organizan en la ciudad a propósito de la conmemoración del bombardeo atómico.
Posteriormente, varios medios de la prensa local intercambiaron con el Embajador Carlos Miguel Pereira, y se interesaron por conocer sobre la activa postura de Cuba en la negociación del Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, siendo el quinto país en ratificarlo. Pereira reiteró el llamado a los estados nucleares y a otros protegidos por la mal nombrada “sombrilla nuclear”, a mostrar voluntad política y dar pasos en esa dirección.
La siguiente parada fue el Museo de la Bomba Atómica. Sus vívidas exhibiciones muestran la destrucción provocada el 9 de agosto de 1945, cuando a las 11:02 horas cayera “Fat Man” con sus 21 kilotones y una onda expansiva superior a los 11 kms a la redonda. Más de 170 mil personas se contabilizan en total a lo largo de los años por los efectos de aquel injustificado bombardeo. En el libro de visitantes, Gerardo dejó escrito: “En nombre de nuestros compatriotas cubanos rendimos tributo hoy a las víctimas del bombardeo nuclear a Nagasaki, ratificando el compromiso de luchar siempre por la paz, para que la humanidad nunca más tenga que sufrir un crimen tan horrendo.”
Seguidamente, Gerardo depositó unas flores en el monumento a las víctimas, cuya imponente escultura señala con la mano derecha la amenaza nuclear mientras la izquierda extendida simboliza la paz eterna. Visitó también la obra donada por la Asamblea Nacional de Cuba en 1988, en ocasión de la apertura del Parque de la Paz, y el hipocentro, donde un monolito marca el punto cero de la explosión.
(Con información de Cubaminrex)