Luis Carlos García, el nuevo recordista Guinness de Cuba

Luis Carlos García, junto a su novia, muestra el certificado acreditativo del Récord Guinness. Foto tomada del perfil de Luis Carlos en Facebook.

El hermoso y persistente romance entre el capitalino Luis Carlos García y la pelota de fútbol ya tiene un “testigo” de excelencia, pues Guinness, el célebre libro de récords, lo ha cobijado en sus páginas para orgullo de toda Cuba.

Con su inclusión, Luis Carlos se suma a otros dos especialistas cubanos en dominio del balón —Jhoen Lefont y Erick Hernández— quienes desde hace algunos años son huéspedes ilustres de la prestigiosa publicación.

La prueba que le hizo merecer tal reconocimiento la realizó el pasado 11 de febrero, cuando en el Salón de Protocolo del Hotel Palco dio 306 toques a la esférica durante un minuto desde la posición de sentado en el suelo, subyugando a la Brazuca solamente con el pie derecho.

El muchacho de la barriada de Fontanar domina la palabra con la misma fluidez con que controla el balón, por eso no fue difícil conocer —de manera exclusiva para Tribuna de La Habana— algunos pormenores de este, su más reciente éxito.

— ¿Cuándo llegó a tus manos el certificado?

— Lo supe, vía correo electrónico, el viernes antes del Día de las Madres. Conocer la noticia en aquel momento fue el mejor regalo que le pude dar a mi mamá. El certificado me llegó varios meses después, a través de Correos de Cuba, el 3 de septiembre. Queríamos darlo a conocer la semana siguiente, pero el paso del huracán Irma lo imposibilitó. Después, coordinar varios factores retrasó la posibilidad de revelarlo más pronto.

— ¿Habías roto esa marca con anterioridad?

— Sí, la primera vez yo estaba en duodécimo grado, tenía 17 años. Estudiaba en la Escuela de Alto Rendimiento Cerro Pelado. Recuerdo que le di 286 toques al balón. Más adelante también superé esa cifra.

— ¿Quién fue el anterior recordista en esa prueba?

—Estaba en poder de un estadounidense, era de 266 toques. Estuvo vigente durante muchos años.

A partir de los 17 años habías roto la pauta del estadounidense, ¿por qué desde entonces no recoge Guinness tu marca?

—Porque yo no conocía los requisitos para realizar el proceso de homologación, el cual incluye evidencias tales como el video del intento (cámara normal y lenta), que los cuatro árbitros presentes sean de la FIFA (dos para el cronómetro y dos siguiendo el balón), debe realizarse en un lugar abierto, con presencia de público y alguna personalidad (deportiva, artística, política, periodística). Toda esa documentación se envía a un perfil personal creado para ese objetivo en el sitio web de Guinness.

— ¿Qué significa para ti estar incluido en las páginas del más prestigioso libro de récords?

—Eso es, para nosotros los dominadores, como una medalla olímpica. Aunque, lamentablemente, no trae consigo el reconocimiento general que reciben otras disciplinas.

— Además de la notable trascendencia inmaterial, ¿te aporta Guinness algo más?

—Desde el punto de vista económico no aporta nada, aunque sí es un aval para ser llamado a participar en eventos de diversa índole.

— ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

—Por ahora quiero disfrutar este logro y estar el fin de año junto a mi familia. Más adelante comenzaré a valorar la posibilidad de hacer el intento de más toques en cinco minutos, dando pequeños saltos al dominar el balón con la cabeza. Ese está en poder de un colombiano, en un rango de entre 900 y 1000 toques, no sé con exactitud.

 ¿En estos momentos a qué te dedicas?

—Me gradué de técnico de nivel medio en Educación Física. Actualmente estudio el segundo año de la licenciatura en Cultura Física y trabajo en el gimnasio La Moneda Cubana, donde soy instructor de práctica deportiva. Es allí, precisamente, donde suelo prepararme para cada intento de récord. Ahí he recibido el apoyo necesario para alcanzar las metas que me he propuesto como atleta.

(Tomado de Tribuna de La Habana)