La embajada rusa se encuentra en el barrio de Jobar, donde hacen vida grupos hostiles al Gobierno sirio. Foto: Archivo.
El 2 y el 3 de febrero el conjunto de edificios de la Embajada de Rusia en Siria ha sufrido ataques con proyectiles de mortero. Uno de los proyectiles explotó entre el edificio de oficinas y el residencial y el otro a 20 metros de la entrada de coches principal de la Embajada.
Ninguno de ellos ha dejado víctimas, pero ambos causaron un cierto daño material, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado. En ambos casos los proyectiles fueron disparados desde el distrito municipal de Yobar, que se sitúa al noreste del centro histórico de Damasco.
El Ministerio ha comentado lo sucedido, afirmando que los ataques no podrán quedar impunes y Moscú continuará luchando contra los terroristas.
Moscú espera que la comunidad internacional “reaccione debidamente ante la provocación peligrosa de los terroristas”. Exige además que todas las partes involucradas cumplan las resoluciones antiterroristas del Consejo de Seguridad de la ONU y cesen la entrega de armas y fondos a los terroristas.
Los proyectiles fueron disparados desde el distrito municipal de Yobar, que se sitúa al noreste del centro histórico de Damasco. Foto: Reuters.
(Con información de RT)