La religión en Cuba es "diversa, vibrante y dinámica", dice funcionario del Departamento de Estado

Pude se ser testigo de primera mano de la vitalidad, el dinamismo y la diversidad de las comunidades religiosas del país, aseguró Shaun Casey, representante especial para Asuntos Globales y Religión en el Departamento de Estado de EE.UU, quien visitó recientemente a la Isla.

En en un artículo publicado en la página oficial del Departamento de Estado, Casey aseguró que "si me hubieran preguntado en julio de 2013 (cuando se estableció la Oficina Asuntos Globales y Religión del Secretario Kerry) acerca de las comunidades religiosas en Cuba, podría haber hablado de la profundidad histórica de la raíz católica del país como resultado de su pasado colonial o sobre el aparentemente silencio de las identidades religiosas de sus ciudadanos. Sin embargo, el 6 y 7 de julio de este año, tuve el gran privilegio de viajar a Cuba, dos días durante los cuales tuve la oportunidad de ser testigo de primera mano de la vitalidad, el dinamismo y la diversidad de las comunidades religiosas del país".

Este viaje fue posible gracias al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba hace casi exactamente un año, añade:

"Durante mi breve visita, tuve la oportunidad de reunirme con representantes de una amplia variedad de comunidades religiosas cubanas. Además de encontrarme con el liderazgo de la Iglesia Católica de Cuba, he escuchado los éxitos y preocupaciones de los representantes de una serie de tradiciones religiosas: bautistas, evangélicos, presbiterianos, mormones, judíos, musulmanes, budistas, Asambleas de Dios, testigos de Jehová, santería y casas de culto protestante."

Estas conversaciones, dice, ayudaron a ampliar el entendimiento del Departamento de Estado de la historia religiosa, la dinámica, los datos demográficos y las tendencias de crecimiento, así como los retos en Cuba.

Me ha gustado aprender más sobre el papel y la resistencia de las comunidades religiosas en la sociedad cubana, y escuchar sus puntos de vista acerca de que el clima religioso en Cuba ha mejorado en la última década y media, añadió.

Según reconoce, le sorprendió la respuesta positiva de los cubanos hacia el proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos, y "los líderes religiosos en Cuba que conocí eran optimistas sobre el potencial de la normalización de las relaciones con Estados Unidos".