Se registran ilegalidades en el sector cuentapropista en la provinca de Santi Spítius. Foto: Roberto Suárez.
Pese a las medidas adoptadas y a las acciones de control, múltiples y diversas son las violaciones cometidas por los trabajadores por cuenta propia en la provincia de Sancti Spíritus, donde hoy están registrados 21 mil titulares en las diferentes modalidades.
Aún cuando el sector no estatal se ha erigido desde el 2010 como una importante fuente de empleo, facilita el proceso de reordenamiento laboral y diversifica la oferta de bienes y servicios, alrededor de su gestión prolifera un mercado ilegal de materias primas y se reporta un número considerable de subdeclaraciones tributarias, lo que incide directamente en los ingresos del Estado.
Según reconoce un informe de varias entidades de la región presentado a la prensa, pese a que se trabajó en el ordenamiento y creación de áreas de concentración y la Dirección Integral de Supervisión ha impuesto en lo que va de año más de dos mil multas, igualmente persiste la venta de productos importados o adquiridos en la red minorista.
El estudio señaló, además, que muchas veces quienes causan baja, siguen ejerciendo el cuentapropismo al margen de la ley y continúan las construcciones ilegales para el ejercicio de las actividades.
En tanto, en el caso de los asistentes para el cuidado infantil –modalidad muy deprimida en la provincia, de acuerdo con las cifras de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social, aunque la realidad es muy distinta-, se viola la cantidad de niños a atender por titular, lo que tiene un impacto en el cuidado de los pequeños y en su desarrollo.
Sin embargo, a juicio de varios entrevistados, entre las irregularidades que más preocupan a la población están las relacionadas con la elaboración y venta de alimentos, sobre todo en los llamados puntos ambulatorios, cuestiones que también ocupan a los especialistas del Centro de Higiene y Epidemiología en Sancti Spíritus.
La protección inadecuada de los productos, la manipulación incorrecta de estos y de los propios equipos, la exposición y expendio de alimentos de alto riesgo sin la debida conservación y la deficiente higiene de los lugares, destacan como las indisciplinas más recurrentes detectadas por el cuerpo de inspectores del territorio.
Debido a la ausencia de un mercado mayorista, a la falta de abastecimiento de algunos productos y a la ley de oferta y demanda, muchos cuentapropistas apuestan por el alza continua de los precios, una situación que genera molestias entre los lugareños.
Un mayor y más eficaz control por parte de los inspectores y la participación consciente de la comunidad para velar y exigir para que verdaderamente se cumpla con la calidad y las medidas higiénicas, pudieran ser algunas de las claves para disminuir las violaciones en un sector que cada día cobra más auge en la vida social y económica de la nación.
(Con información de ACN)