Como una novedad adicional al ya cambiante panorama turístico de la capital cubana, reabrió sus puertas el célebre restaurante El Emperador, en su momento eje de la culinaria de lujo de este archipiélago.
Esta casa de comidas retomó sus atenciones culinarias este fin de semana, un establecimiento muy destacado en los años 50 del pasado siglo, no solo para Cuba sino para Latinoamérica.
Ubicado en los bajos del Focsa de La Habana, siempre tuvo además a su favor estar en áreas del edificio que en esos mismos años 50 era uno de los tres edificios más altos de América Latina.
El destaque lo otorgaron las palabras del escritor y periodista Ciro Bianchi, recientemente seleccionado como presidente de la Academia de Gastronomía de Cuba, una estructura que busca consolidar la culinaria de esta nación y elevar este destino a un punto mayor en cuanto a dicha esfera recreativa.
Bianchi dijo que el restaurante abrió en 1956, cuando se inauguró el famoso edificio Focsa, considerado como uno de los grandes éxitos de la inmobiliaria de la isla de todos los tiempos y una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana.
El edificio constituía novedad en la época, puesto que estaba concebida como una isla dentro de la ciudad, ya que disponía de todo lo necesario para que sus habitantes tuvieran a su alcance centro de trabajo, tiendas, cafeterías, restaurantes, comercios, banco, farmacia y parqueo.
El actual gerente de El Emperador, Alberto Hernández, explicó que los trabajadores asumieron su reconstrucción en apenas dos meses y medio, e incluyó el restablecimiento de todas las áreas, estatuas y candelabros de las paredes, y la adquisición de equipos e insumos.
Tales trabajos recuperaron el mobiliario original, las mesas, los aparadores, platos y cubiertos, sillas, ventanales y las figuras de bronce que le decoran. Rescataron, sobre todo, el servicio a la francesa, como era al principio.
Propiamente, este restaurante tendrá una afluencia de comensales a partir del 1 de junio próximo, explicaron en la apertura oficial.
Dicha casa fue famosa por su excelente cocina internacional y un servicio de calidad indiscutible, lo que propició acoger a lo más selecto de la sociedad de su tiempo, ahora conceptuado para un turista gourmet.
(Con información de Prensa Latina)