Españoles dan el último adiós a Paco de Lucía

, figura mítica del flamenco, fue sepultado este sábado en Algeciras, su ciudad natal en Andalucía, España, acompañado del dolor de millones de personas que lo consideran un revolucionario de la guitarra. Francisco Sánchez Gómez, conocido mundialmente como Paco de Lucía, contribuyó a llevar primero en su país el flamenco de música marginal a expresión cultural reconocida y luego le dio una dimensión universal a golpe de una guitarra rabiosa y virtuosa a la vez.

Fallecido a los 66 años de edad el pasado miércoles en Cancún, México, recibió honores fúnebres en Madrid y en Algeciras, donde las multitudes le brindaron honroso silencio que luego rompieron con aplausos y jaleo (la típica forma de hacer palmas en el flamenco).

La misa de la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma tuvo también momentos característicos, propios de un hombre que rompió moldes, al ser despedido por un cante de Remedios Amaya, una de las grandes del flamenco actual.

Vítores, palmas y gritos de "Paco", "grande" y "genio" despidieron al guitarrista que a la salida del templo recibió el adiós de cientos de personas, repique de campanas y montañas de flores hechas llegar por gente de los más disímiles orígenes.

Ni siquiera la lluvia pudo ayudar a la familia, que había expresado el deseo de celebrar una ceremonia íntima, y decenas se agolparon a las puertas del cementerio establecido desde 1848 y donde reposa el músico junto a sus padres Antonio y Lucía.

Paco de lucía revolucionó el flamenco y rindió a sus pies no sólo a los amantes de ese género y de la guitarra sino también a los de otros estilos como el jazz, cuyos más importantes protagonistas lloran al español como uno de los suyos.

Deja un disco póstumo titulado Canción andaluza, en el cual rinde tributo a las coplas, un género que decía había marcado su infancia, y un dvd biográfico que el realizador, su hijo Curro Sánchez, espera presentar en septiembre.

Entre los puntos más altos de su trayectoria se encuentran 10 discos junto a Camarón de la Isla, otra figura memorable del flamenco y grabaciones trascendentales junto a músicos como Chick Corea, John McLaughlin y Al Di Meola.

Entre las irreverencias que le hicieron grande está la inclusión del bajo eléctrico y el cajón peruano (que ya muchos llaman andaluz) en la música flamenca, que fue siempre el tronco y el alma de todas sus incursiones musicales.

Con más de 30 discos, Paco de Lucía se ganó a los críticos ortodoxos que al principio no entendieron su forma de abordar el flamenco, sin conocimientos académicos, pero un alma con forma de guitarra y una sensibilidad que le llevó al olimpo de los inmortales.

(Tomado de Prensa Latina)