Los catalanes llegaron a este encuentro tras haber humillado al Levante en sus dos compromisos, mientras que los vascos accedieron a esta instancia luego del retiro del Racing de Santander, por una crisis financiera que atraviesa el combinado cantábrico.
Con la mayoría de los titulares, los de Gerardo Martino generaron la primera ocasión de gol a los 12 minutos de la primera etapa. Mediante una acción iniciada por Lionel Messi, Dani Alves se proyectó por el sector derecho y asistió a Cesc Fábregas. Sólo por la notable respuesta del arquero rival, el tanto no se concretó, pero el dominio "blaugrana" era muy notorio en los primeros momentos del duelo.
De todos modos, los del "Tata" lograron abrir el marcador un instante antes de irse al descanso. A través de uno de los tantos centros que envió Pedro, Sergio Busquets capitalizó un rebote y anotó el 1 a 0. Más allá de la mínima ventaja, el "Culé" no mostraba ninguna satisfacción con el resultado parcial.
En el segundo tiempo, el partido se jugó mayormente en el territorio vasco. Una asistencia de Fábregas para Alexis Sánchez fue esencial para estirar la ventaja. Si bien la definición del chileno rebotó contra el poste izquierdo de Zubikarai, el arquero protagonizó uno de los accidentes futbolísticos más destacados del año: cuando parecía que el peligro había desaparecido, un rechazo defensivo encontró al guardameta visitante y la pelota se escondió en la red. Con el 2 a 0 los de Arrasate se vieron obligados a salir del fondo, lo que provocó más espacios descubiertos en su última línea.
Con este resultado, el Barça tiene pie y medio en la final, al igual que el Real Madrid, vencedor del Atlético de Madrid en esta misma jornada.