Los milicianos, que exigen una ley que prohíba el acceso a cargos públicos a los responsables del desaparecido régimen de Gadafi, rodean Exteriores desde el pasado domingo y han atacado otros edificios gubernamentales.
El primer ministro, Alí Zaidan, advirtió el domingo de que "estos ataques no conseguirán tumbarnos". Según un portavoz de los milicianos, los asaltantes han escogido el Ministerio de Exteriores porque en este organismo trabajan antiguos colaboradores de Gadafi.
La tensión entre el nuevo Gobierno y las milicias creadas durante la sublevación que culminó con el derrocamiento de Gadafi no ha hecho más que aumentar desde que se puso en marcha una campaña para sacar a estos grupos de sus bases en la capital.
(Con información de Reuters)