Servicios secretos de Obama: de escándalo sexual a tormenta política

El escándalo amenaza con llegar a mayores

Una semana después de que empleados del Servicio Secreto del Presidente Barack Obama se involucraran en un escándalo de prostitución sexual en un hotel colombiano, 6 agentes han perdido sus trabajos, cientos de personas han sido entrevistadas, tres oficiales han renunciado, y otros tres -incluyendo dos supervisores- despedidos.

Tal como se había presumido, las averiguaciones continúan y se prevé que el número de agentes involucrados aumente. El pasado viernes, el Senador republicano Chuck Grassley, de Iowa, había pedido una investigación más amplia, incluyendo el estudio de las grabaciones del hotel colombiando donde tuvieron lugar los hechos, por parte de personal especializado de la Casa Blanca.

Según la agenda AP,  el escándalo, que ahora incluye a 12 empleados del Servicio Secreto y 11 militares, se ha convertido en un problema político. Sin embargo, un vocero del Presidente consideró prematuro politizarlo y aseguró que Obama reaccionaría muy molesto de confirmarse las alegaciones publicadas en la prensa.

El escándalo, que involucró a por lo menos 20  colombianas, estalló cuando una de las prostitutas, de 24 años, denunció que su cliente se negaba a pagarle la cifra acordada. Según declaró la mujer al New York Times, había pactado 800 dólares por una noche de sexo, y al día siguiente le ofrecieron solamente 30. La denunciante acudió a un periódico local después de haber recibido solo 225 dólares.

A todos los agentes que están siendo investigados se les retiraron sus credenciales del Servicio Secreto y han sido separados de sus labores, en espera por las conclusiones de las requisas en curso.

(Con información de AP, traducida por Cubadebate)