Liberados los detenidos de Valencia tras una marcha de 2.000 indignados

Agentes de la Policia Nacional cargaron hoy contra los "indignados" del movimiento 15-M que protestaban ante Les Corts Valencianes durante la constitución de las mismas, y detuvieron a cinco personas del grupo por desorden público, atentado a la autoridad y causar lesiones a algunos agentes, después de que propinaran puñetazos y lanzaran botellas de agua durante la carga policial. EFE/Biel Aliño

Unas 2.000 personas exigieron hasta las doce de la noche del jueves en Valencia la liberación de los cinco detenidos durante la manifestación de este jueves ante las Cortes valencianas, en la que 18 personas resultaron heridas.

El titular del Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia decretó la libertad con cargos para los cinco detenidos. El juez les imputa los delitos de atentado contra la autoridad y desobediencia y deberán comparecer ante la Oficina de Presentaciones el tercer viernes de cada mes, según han confirmado a Efe fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. 

Los indignados, que llegaron a ascender a 7.000, según los organizadores, se concentraron en la Ciudad de la Justicia después de marchar frente a la comisaría de Zapadores y la delegación del Gobierno en Valencia. Los concentrados fueron acudiendo a las instalaciones policiales llamados por las redes sociales, en protesta por los incidentes de la mañana frente a las Cortes, donde hubo una fuerte carga policial -según quienes se manifestaban para quejarse de la corrupción en el Parlamento valenciano-, y una actuación mínima, según la policía, para detener a alborotadores.

El choque de la mañana se produjo hacia las 13.30, a escasos metros de la entrada principal de la cámara, mientras esta se constituía para la octava legislatura con una decena de implicados e imputados por casos de corrupción en los escaños. Ya desde la madrugada, decenas de indignados esperaban a los nuevos parlamentarios a la puerta de las Cortes valencianas. Querían hacerse oír. La policía los desalojó de la entrada y estableció un perímetro de seguridad. Los indignados controlaban las puertas y la policía vigilaba. 

Sin embargo, varios agentes cargaron contra un grupo de manifestantes pasadas las 13.30. La policía niega que fuera una carga en sentido estricto, pero como consecuencia de la actuación policial una decena de manifestantes resultaron heridos (uno con el brazo roto) y ocho agentes, contusionados.

En un vídeo colgado en Youtube se observa a tres policías que persiguen a un chico. Al verse rodeados de gente, uno de ellos saca la porra mientras los demás se hacen sitio a empujones. Una mujer cae al suelo y se parte el labio. La multitud, nerviosa, se acerca y grita; el grupo de agentes crece y las porras "vuelan". Esta fue la expresión que utilizó Juan Ponce, quien, tras estrenarse como diputado en las Cortes (por Compromís), recibió un porrazo en el brazo.

Entre los indignados heridos, a uno le golpearon en la frente y la nariz; otro acabó con un brazo en cabestrillo, un tercero con un dedo roto y los demás con contusiones. Entre los agentes, a uno le golpearon en la cara con unas tijeras - "una herida leve", explicó el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez- y el resto presentaba otros golpes.

Joan A. y Laila, que estaban en la zona cuando se ha producido el choque, relatan que la carga ha empezado cuando un policía "ha ido a por un chico que estaba en las vallas". "Él se ha ido hacia atrás", continúan, "y el policía le ha perseguido con otros dos compañeros suyos. Los demás [serían varias decenas, 40 o 50, entre ellos un diputado de Compromís, Juan Ponce] hemos ido a ver qué pasaba y ellos han sacado las porras y nos han dicho que nos apartáramos. Como no lo hemos hecho han empezado a dar".

María Guillem, una de las heridas, luce el labio partido. Tiene 42 años y trabaja de camarera. "Me ha empujado un policía. Estábamos protestando y me han dado. Creía que me rompían la cara", ha declarado. Julián, desempleado de 29, cuenta algo parecido: "Estaba soplando un silbato y me han pegado un porrazo". Lleva una brecha de varios centímetros en la frente. Lola, que le ha limpiado la herida y la cara de sangre, explica que no estaban haciendo nada. "Estábamos parados", ha indicado.

Los altercados no duraron más allá de 10 minutos. No hubo desalojo, pero sí una fortísima tensión. Centenares de indignados bloqueaban las salidas de las Cortes minutos después de la carga. Gritaban, sobre todo, "Camps a [la cárcel de] Picassent", "policía asesina" o "cobardes". Joan Lerma, que fue presidente de la Generalitat por el PSOE, dejó edificio por la puerta principal cuando más tensión había y se llevó los insultos e improperios de todos. Varias decenas de indignados le seguían y gritaban "corrupto". La policía tuvo que escoltarle. Lerma nunca ha estado imputado en ningún caso de corrupción.

La Delegación del Gobierno en Valencia defiende, en contraposición a la versión de los indignados, que no se produjo una carga policial, sino una "respuesta puntual de los agentes para repeler la agresión previa por parte de un grupo de antisistema que ha arrojado objetos contundentes a los policías". Fuentes policiales añadieron que "jamás los del 15-M han tenido problemas con la policía" y achacaron los incidentes a "un grupo de antisistema".

Los agentes intentaban "garantizar la asistencia de los diputados autonómicos" con motivo de la constitución de las Cortes", según el comunicado de la Delegación del Gobierno. Hasta las 13.30 no se ha producido ningún incidente "a pesar de que los grupos han proferido todo tipo de insultos y lemas ofensivos contra las Instituciones y la Policía". Entonces un grupo de "exaltados" ha increpado a los agentes y tratado de burlar el cordón policial, reza el comunicado.

EN LA PUERTA DEL SOL

Unos 300 indignados del 15-M que anoche estaban reunidos en asamblea en la Puerta del Sol decidieron volver a las inmediaciones del Congreso a protestar por los incidentes de ayer por la mañana en Valencia. Allí permanecieron hasta aproximadamente las 2.00 sin que se registraran incidentes. Los accesos a la carrera de San Jerónimo de Madrid, sede del Parlamento, fueron fuertemente custodiados por la policía, que ya desde primera hora de la tarde montó un férreo cordón, incluso con vallas metálicas, para impedir el paso hasta las puertas de la institución.

Los manifestantes cortaron parcialmente la calle y llegaron hasta el cordón policial establecido en el cruce de la calle de Cedaceros y la Carrera de San Jerónimo, donde se encontraban decenas de agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP, antidisturbios).

Ante la puerta de los leones del Parlamento

Ya desde los primeros momentos de la asamblea en Sol, eran muchos los partidarios de volver al Congreso - donde ya en la noche del miércoles y la madrugada del jueves permanecieron concentrados frente a frente con la policía- para protestar por los incidentes de Valencia, como ayer hicieron por la reforma de los convenios colectivos. "No queremos hostias, queremos soluciones", gritaban, mientras se sentaban pacíficamente ante los agentes. También coreaban en la sentada los lemas de "Le llaman democracia y no lo es" y "libertad a los presos", en referencia a los detenidos en Valencia.

Un amplio dispositivo policial, compuesto a media tarde por 19 furgones policiales, se había desplegado por la tarde en los alrededores del Congreso de los Diputados en previsión de que el Movimiento 15 de mayo convocase una nueva protesta ante la sede de esta institución, similar a la que tuvo lugar ayer, que se prolongó hasta la madrugada. Aunque en principio parecía que no iba a haber una nueva sentada ante las Cortes, la web del movimiento colgó un comunicado en el que llamaba a concentrarse en el lugar después de la asamblea de la noche -y que no tiene duración fija-.

(Con información de El País)