La nota de humor fue propicia en un concierto donde reinó la alegría, la música y una relación de respeto y cariño entre los artistas y los 1 150 000 cubanos que fueron a escucharlos en la Plaza de la Revolución, de Ciudad de La Habana.
Juanes había convocado a todos los participantes, tanto artistas como público, a participar en el concierto vestidos de blanco, símbolo de la paz.