"No se prevén afectaciones" dijo al semanario Trabajadores Odalis Escandell García, directora de economía y planificación del Ministerio del Comercio Interior.
Esa canasta familiar se vende a precios que en su mayoría no cambiaron en unos 40 años mediante entregas mensuales racionadas. Según especialistas la canasta resuelve una parte de las necesidades globales alimenticias de la población, que debe "completar" su abastecimiento en mercados "paralelos" que cobran sus mercancías en moneda divisa o en nacional.
Escandell agregó que no obstante la decisión de las autoridades de mantener intacta la canasta, "esta distribución no escapa a los efectos de la crisis económica, que en el mundo ha elevado los precios de los alimentos para los consumidores".