Mujer ciudad

Esa mujer de ojos inevitables,
Con angustias peinándose el mar.
Seductora, bella y elegante,
Camuflando su severidad.
Esa mujer de cemento y asfalto,
De insaciable luminosidad,
Solo besa si te ve sangrando,
Dejando tu nombre en su piel, sino
No te ve.
Grito, corrige el apetito,
Ni enfermes de infinito,
Ni te nombres diminuto,
Siembra en cada minuto.
Como te sueñas viejo que hay poco más pendejo,
Que un Quijote irresoluto,
Pero grito, desármate el orgullo,
Aprende del bullicio donde sonarás murmullo.
Tan solo di lo tuyo, ataca los silencios
De esa mujer ciudad.

Buena Fe