La Habana es una ciudad mística, llena de colores, sombras, luces, grises y todo aquello que cautiva y enamora, transmite un misterio y una adicción a su olor, su gente, su mar, y ese malecón que atesora tantas historias como protagonistas. A la capital de Cuba hay que verla con todas las tonalidades y contrastes, hay que entenderla y tributarle todo el respeto y admiración de sus más agradecidos hijos.
Bahía de La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
El Cristo de La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Bahía de La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
La Habana y su bahía. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
La Habana Vieja. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
La Habana y su Malecón. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Pescadores en el Malecón de La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Aves de litoral. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Carros antiguos en La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Penetraciones del mar en el litoral habanero. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Los pescadores a lo largo del Malecón habanero son parte de la cotidianidad de esa zona. Foto: Abel Padrón Padilla.