Suelos fértiles, agua y suficiente voluntad humana. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
No por estar más apartada en el sentido geográfico (allá en el municipio de Primero de Enero), o por permanecer más tiempo en silencio que ocupando espacios de prensa, es la Empresa Agropecuaria Arnaldo Ramírez menos importante que otras igualmente enclavadas en Ciego de Ávila.
Ya quisieran todas las delegaciones de la Agricultura en el país tener dentro de su territorio una entidad así. Baste decir que ella sola produce más frijol que el acopiado en algunas provincias.
Encabezada por un hombre que le hace honor a su apellido: Jorge Maceo Lorenzo, la Arnaldo Ramírez puede servir de referencia, además, en cultivos como el de la papa, el empleo de medios biológicos para combatir plagas y el empuje constante a favor de una diversidad de producciones a la medida de lo que necesitan la economía cubana y el plato familiar.
Estas imágenes son un breve acercamiento a esa realidad.
Col en crecimiento, sin una gota de producto químico. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Por aquí comenzó la siembra y ahora la cosecha de la papa. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Bien que se da la fruta bomba en estas tierras. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Listos para “meterle con todos los hierros” a la producción de alimentos. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
La empresa produce su propio humus de lombriz. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Ají pimiento cosechado en esta área. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
El riego: decisivo para la producción. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
La empresa es fuerte en el cultivo del frijol. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
La mujer, presente en todas las labores de la empresa. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Buena situación hoy del recurso agua. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Nuevas áreas en el cultivo de la calabaza. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
La yuca, una vianda que la población agradece. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
Para recibir y despedir al visitante. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.
(Tomado de Invasor)