Desde la noche del domingo 10 de septiembre, La Habana, al igual que toda Cuba, se recupera de los daños provocados por el huracán Irma a su paso por casi toda la costa norte del país. Diferentes organismos del gobierno y muchos vecinos echan manos a la recogida de escombros, árboles caídos y limpieza general de la ciudad, para después comenzar las labores especializadas, como el restablecimiento del servicio eléctrico y la cuantificación de los daños. Cubadebate ha sacados sus lentes a la calle para captar como se vive esta etapa recuperativa.
Con la declaración de la Fase Recuperativa el domingo 10 de septiembre, el panorama citadino cambia poco a poco. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
Una de la tareas prioritaria ha sido la recogida de árboles caídos sobre tendidos eléctricos para dar paso a las brigadas especializadas de la UNE. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
El corte de los troncos derribados facilita el proceso de limpieza y recogida. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
También se ha priorizado en levantamiento de troncos de grandes proporciones que hasta este momento obstaculizaban importantes vías de tránsito como la calle G. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
Las zonas más afectadas, sin dudas, fueron aquellas que sufrieron inundaciones. En estos lugares el trabajo de recuperación se hace más complicado por la acumulación de sedimentos y el arrastre de escombros. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
En las zonas donde la retirada del mar se ha dado de manera natural, la población comienza a evaluar los daños así como bajar equipos y muebles protegidos en casas de vecinos de pisos superiores. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
Muchos lugares, como garajes o casas ubicadas por debajo del nivel de la calle, continúan inundados. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
Para casos donde la acumulación de agua no tenga forma de drenarse, se han dispuesto bombas extractoras que recorrerán el litoral paulatinamente. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.
El trabajo colaborativo entre vecinos, aunque más lento, también ha sido una vía efectiva para extraer agua de viviendas inundadas. Foto: Darío Gabriel Sánchez García/CUBADEBATE.