El regreso de los Tigres avileños

Los Tigres son los primeros en carreras anotadas, OBP y carreras impulsadas con corredores en posición anotadora, y segundos en average. Foto: Joel García.

Las señales llegaban desde muy cerca, pero nada mejor que el terreno para demostrarlo. Algunos los incluyeron con opciones de volver a llegar a los play-off, otros los dimos fuera. Pero, cuando la 63 Serie Nacional se va acercando a su primer tercio y nos piden unas palabras u opinión por un equipo, saltan de inmediato los Tigres de Ciego de Ávila, en la punta de la cima desde el inicio.

Esta semana barrieron con cinco éxitos a unos espirituanos que andan en el fondo de la tabla de posiciones y no encuentran el rumbo. Y ahora saldrán de su cuartel general del José Ramón Cepero para visitar el Coloso del Cerro y enfrentar, en duelo de felinos, a los Leones de Industriales, que exhiben un rendimiento estable y han tenido en los últimos años más de una pesadilla con los avileños.

El nuevo mentor de los Tigres, Dany Miranda, olímpico y conocedor al dedillo de sus piezas, declaró a la prensa avileña que lo principal en la preparación previa a la serie fue trabajar en el banco de problemas que tuvo el conjunto en la pasada campaña, cuando volvieron a la postemporada con un octavo lugar, bien distante de los tres títulos (2012, 2015 y 2016) y dos platas (2011 y 2017).

¿Qué los mantiene con esta fuerza en la arrancada y que los hará pelear por estar de nuevo entre los ocho, y luego en un podio? Son los primeros en carreras anotadas (148), OBP (439) y carreras impulsadas con corredores en posición anotadora (impulsan casi el 30%), y segundos en average (332). Como si fuera poco, sus lanzadores archivan el mejor promedio de carreras limpias (3.09), ostentan el más bajo WHIP (1.32) y se enorgullecen de ser a quienes menos les batean (256) y menos boletos dan (53). A la defensa son segundos con 17 pifias y 973 de promedio.

La veteranía de su nómina la encabezan Raúl González, Osvaldo Vázquez y Dachel Duquesne, este último convertido en un as con cuatro éxitos en cinco salidas. A ellos se suman Jonathan Lázaro Bridón, Liosvany Pérez, Héctor Adriel Labrada, Alexander Jiménez y Fernando de la Paz, algunos más conocidos que otros, y que han rendido un mundo con el madero; en tanto Luis Alberto Marrero, Kevin Soto y Ediel Ponce lucen cada vez más sólidos en el box, y conforman un staff bastante decente y por encima de la media de calidad que hay en la actual Serie.

Si estos Tigres logran mantener esa estabilidad en todos los renglones de juego y recuerdan que sus garras más poderosas siempre las sacaron a la hora de discutir preseas, no mucho podrán hacer sus rivales. Como si fuera poco, es de los elencos que no tendrá grandes bajas con jugadores hacia ligas profesionales, lo cual hace presagiar que este arranque puede sostenerse en el tiempo.

Quizás lo más importante sea no relajar la disciplina conseguida, creer de nuevo que pueden regalarle otro campeonato a su afición y cohesionar cada día esa relación dirección-jugadores, a veces subestimada por los teóricos, aunque está demostrado que acaba determinando en grado superlativo los resultados reales de una selección.

Bienvenido este regreso de los Tigres avileños. También los Toros de Camagüey, los Alazanes de Granma y los Vegueros de Pinar del Río andan en esa misma coordenada. Todavía quedan muchas jornadas para escribir de ellos, pero, si alguien duda de lo dicho hasta aquí sobre los avileños, los invito esta semana al Latinoamericano. Le puedo asegurar que será el mejor inicio de abril para la 63 Serie Nacional.