Michael González: Estoy tranquilo, el campeonato aún es joven

Luego de doce juegos en la primera edición de la Liga Élite del béisbol cubano, el equipo de Portuarios, dirigido por Michael González y conformado por peloteros de Industriales y Mayabeque, ocupa el último puesto de la tabla de posiciones, con solo dos victorias y diez derrotas.

Un picheo muy por debajo de la calidad del resto de las selecciones que participa en el campeonato (5.31), sobre todo con deficiencias en el bullpen, y la falta de apoyo ofensivo (238), hacen que el conjunto no llegue a buen puerto y acumule siete reveses consecutivos.

No obstante, ni los resultados adversos ni las gradas vacías del estadio Latinoamericano inquietan a Michael González, quien confía en sus muchachos y asegura que “lo mejor está por llegar”.

“Mi única preocupación es que no contamos con los hombres responsables en el área de los lanzadores que se hagan cargo del final de los juegos. Es el caso de Marlon Vega, que cumple un contrato en Japón, el de Andy Vargas que debido a una lesión hasta el día 15 no puede lanzar, y el de Erick Christian González, que también se recupera de una molestia en el brazo.

“Es una mala racha que está pasando el equipo. Hemos comenzado mal, pero no siempre será así. Son 50 partidos y nos quedan 38. Clasifican cuatro conjuntos. Antes del doble programa de este sábado, el tercero y cuarto lugares de la tabla de posiciones tenían solo cuatro triunfos. Así que todo puede variar de un momento a otro. No nos desilusionemos”.

– ¿Está satisfecho con la preparación realizada antes de la Liga?

– Sí. Y creo que Portuarios puede levantar en cualquier momento. Los muchachos se llevan bien, han hecho buena química y son disciplinados. Lo que ha pasado es que no han funcionado las cosas en el terreno, principalmente al término de los partidos, en el caso de los lanzadores.

“A la ofensiva tampoco ha salido ese batazo oportuno que nos de la victoria. Además, hemos dejado demasiados hombres en bases en las postrimerías. La defensa ha estado bien (970), según las evaluaciones del colectivo técnico, aunque quizás no a la altura que pensábamos, porque se cometen a diario muchos errores y por ello nos anotan con facilidad. Pero, son elementos que se irán engranando en el campeonato, a medida que avance. Estoy confiado”.

– ¿Tiene pensado algún cambio en la estrategia para acelerar la reacción del equipo?

–La misma. Salir a ganar juego a juego. Pelear victoria a victoria. Eso siempre le decimos en los mítines, antes de empezar los encuentros. Que deben ser más agresivos. Estar arriba del contrario y no regalar nada. Así era mi estilo de juego y ahora se lo transmito a ellos.

“Quiero decirles a los pueblos de La Habana y Mayabeque que estén calmados, como mismo estoy yo. Hemos hecho una buena preparación. Las cosas deben salirnos. Es cuestión de tiempo. El terreno dirá la última palabra”.

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Sobre el trabajo realizado y las proyecciones para mejorar en el área de los lanzadores, conservamos con el destacado entrenador José Elósegui.

“En el cuerpo de picheo la mayoría son jóvenes y nos faltan algunos hombres, como te había comentado el director. El trabajo no ha estado como uno quiere, porque siempre aspiramos a la victoria, pero excepto en una salida, nuestros abridores han cumplido. Han avanzado cinco o seis innings, que es lo que se exige para una apertura de calidad.

“Las principales dificultades han estado en los intermedios, aunque los dos juegos que llegamos con ventaja al final los hemos cubierto y preservado la ventaja. Han sido encuentros cerrados y siempre con marcadores parejos. Quizás, la falta de experiencia en situaciones como esta, ha afectado a algunos piches.

– ¿En qué han trabajado fundamentalmente?

–En el control, desde un inicio, y en el estudio de contrarios. Siempre con la óptica de darle confianza a los muchachos para que enfrenten esta etapa de la Serie. Creemos que pueden avanzar, porque han disminuido tareas priorizadas como las bases por bolas, lo que habla del control.

“Hay que seguir enfatizando en el trabajo con los relevistas, los cuáles son muy importantes en el béisbol actual. El abridor cumple su función, pero luego el juego cae en manos del relevista”.

– ¿Se tiene en cuenta la especialización tanto en entrenamientos como en la competencia?

–Por supuesto. Tenemos establecido un trabajo diferenciado, según el rol. Además, a diario fortalecemos el repertorio de cada lanzador. Esta es una liga élite, pero tenemos jóvenes, a quienes hay que formar y dotar con las herramientas necesarias para que obtengan resultados.

“Existe un trabajo mancomunado entre el sicólogo y nosotros. Siempre hacemos hincapié en el análisis, la autovaloración, en aportarles confianza mental para enfrentar situaciones complicadas de juego. Igualmente, buscamos las deficiencias, con el objetivo de erradicarlas. Esperamos una reacción de nuestro cuerpo de picheo”.