¿Qué les parece la libertad de expresión según los que dicen defender la libertad de expresión?
La pregunta surge ante la censura y el cierre que están recibiendo en las últimas horas, no sólo Russia Today y otras plataformas rusas, sino los periodistas que en cualquier lugar del mundo se atreven a discrepar de una rusofobia galopante. Incluso aquellos que están absolutamente contra la guerra, pero se atreven a reproducir los argumentos de Putin, han sido etiquetados por Twitter, por ejemplo, como si fueran parte del gobierno de Rusia.
A un extraordinario documental producido y guiado en las preguntas por Oliver Stone y dirigido por un realizador ucraniano, cuesta trabajo acceder en YouTube, tras advertencias sobre riesgos. Quizás todo se trata del repaso de la historia del país que ahora ocupa los titulares de la prensa internacional con un claro sesgo antirruso.
La maquinaria global de mentiras y censura se ha puesto en marcha, comentó Bárbara Betancourt.
Cuba, Venezuela y Nicaragua están siendo acusadas de respaldar a Rusia, sin el más elemental análisis. Algunos ni siquiera se molestan en leer las declaraciones oficiales de cada país, las veces que mencionan la paz como premisa. Si no condenan explícitamente a Rusia, son condenadas por los ucraniólogos (alguien ha llamado así en las redes a supuestos expertos en el área que ni siquiera podrían ubicar en un mapamundi).
El programa de este martes compartió las histéricas invocaciones de una plataforma anticubana que define la situación actual como ideal para promover un bloqueo total del Comando Sur alrededor de Cuba.
Reinier Duardo recordó que en una guerra la primera baja es siempre la verdad. Pero, ya no se trata sólo de mentir, sino de silenciar todo lo que nos remita a una lectura racional de los hechos.
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Putin ha empleado los medios de Rusia para exponer sus razones. Ya sabemos cuál ha sido la respuesta. Demonización y censura.
Por eso es tan bien recibido el documental producido por Oliver Stone, que ha empezado a circular, todavía muy poco para la trascendencia de su contenido.
Contar la historia para entender el presente, parece ser el propósito. Lo que narra Oliver Stone es, justamente, lo que Occidente parece querer evitar que el mundo sepa. La OTAN, EE.UU. y la Unión Europea quedan expuestos en sus propias palabras y acciones de larga data. Juntos o por separado, han creado condiciones para que estallara el conflicto.
Sólo queda recomendar que lo busquen, lo vean y como dice nuestro colega Reinaldo Taladrid, saquen sus propias conclusiones.