¿Cómo puede mantenerse un régimen como ese?

Foto: El Nuevo Día.

Mientras tomaba un café en un negocio, escuché la animada conversación de una pareja en una mesa cercana.

Me llamó la atención algo que ella dijo.

− ¿Cómo puede mantenerse un régimen como ese?

−Yo tampoco me explico− dijo el otro.

−Parece que los apagones son constantes.

−Así es. Y mucha gente no tiene qué comer. Se supone que el Gobierno provea, pero están hasta impidiendo iniciativas privadas de pequeña escala.

−Hay mucha gente sin trabajo, o con salarios de miseria.

−Antes todo el mundo tenía acceso a los servicios de salud, ahora escasean las medicinas y otras cosas necesarias para la salud.

−¿Y qué de las condiciones de las calles? Y algunos edificios abandonados parecen esqueletos o fantasmas de lo que fueron en otra época.

−Es que la economía es raquítica, en picada por décadas. El Gobierno es ineficiente. Lo que le importa al partido que controla el poder político es adelantar sus intereses ideológicos.

−Pero dicen que el problema es que las políticas de los Estados Unidos impiden el desarrollo y dificultan una economía saludable.

−La comunidad internacional condena esas políticas que provocan el deterioro, pero los que ostentan el poder hacen caso omiso.

−Es un régimen de privilegios para los que están cerca del partido en el poder. Impera la desigualdad entre los que se benefician y a Dios que reparta suerte para la masa del pueblo.

−Mucha gente piensa que no hay salida a la situación. Los esfuerzos de algunos que promueven cambiar el régimen han caído en oídos sordos y los han perseguido, encarcelado y hasta asesinado. La gente ha cogido miedo.

−Bueno, pero ha habido manifestaciones en contra.

−Sí, pero las fuerzas del Estado las reprimen, y arrestan a quienes protestan.

−Bueno, si cometen delitos de dañar propiedad, o amenazan la seguridad pública, se justifica, ¿no?

−¿Y quién te dice que eso no lo provoca el mismo Gobierno para justificar la represión de los manifestantes, y desacreditarlos asociándolos con actividad criminal?

−Me imagino que hay de todo en la viña del Señor −indicó ella, con un suspiro.

Hubo una pausa en la agitada conversación. Él rompió el silencio.

−¡Me da una pena esa pobre gente de Cuba!

−¿De qué tú hablas? −contestó ella.

−De lo que ha estado rodando en los medios y las redes en los últimos días. ¿No viste la manifestación multitudinaria en La Habana que se hizo viral en las redes?
Era como la que hubo aquí en San Juan en el verano del 2019. No se veía el final de la marcha.

Con una carcajada, la joven le ripostó:

−Muchacho, ¿no te has enterado? Esa foto era de del 1ro de mayo de hace un par de años para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores. ¡Era una marcha a favor de la Revolución!

−¡No me digas! ¿En serio? ¿Y entonces, si no era de Cuba, de qué rayos tú estabas hablando?

−¡Pues de Puerto Rico! ¿De qué va a ser? ¿Dónde más hay tantos apagones, problemas de acceso a comida, desempleo y subempleo, burocracia gubernamental disfuncional, problemas de acceso a la salud, infraestructura deteriorada, desigualdad y privilegio, control económico federal, la represión de la disidencia, la colonialidad? Y no hemos hablado de la educación, la corrupción, las pensiones de retiro, la enajenación del patrimonio cultural, el deterioro del medioambiente, y cuántas cosas más.

−¡Diablos! Tienes razón. Pero hay grandes diferencias entre Cuba y Puerto Rico. ¿Qué de las manifestaciones?

−Sí, claro. Allá los Estados Unidos quieren derrocar el régimen, mientras que acá quieren continuar el régimen colonial en que llevamos 123 años. Las manifestaciones se dan en todas partes por muchas razones: Cuba, Puerto Rico, Chile, Colombia, Barcelona, Indonesia, y sigue por ahí, incluyendo a los Estados Unidos.

−Me has dado una lección. No miremos la paja en el ojo ajeno ignorando la viga en el ojo propio. Y lo que dijo el Señor: “El que esté libre de pecado que lance la primera piedra”.

(Tomado de El Nuevo Día)