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Damasco–La Habana: La advertencia necesaria

Las relaciones entre Siria y Cuba que datan de varias décadas, siempre han sido amistosas y no surgieron de la nada, pues fueron construidas por los líderes, Hafez al-Assad y Fidel Castro, sobre bases y principios comunes que pueden ser resumidos en el rechazo de la hegemonía, la preservación de la soberanía y la independencia de las decisiones políticas, económicas y sociales.

No es preciso ahondar en la larga lucha que ambos países han librado y libran para  preservar su soberanía e independencia, y basta una simple mirada a la historia y al presente, para percatarnos de la magnitud de las presiones políticas y económicas que los amos del capitalismo global ejercen para someter a ambos países y a otros, cuyo mayor pecado fue querer ser independientes y dueños de su destino.

Al echar un vistazo a los medios de presión utilizados por los países capitalistas, podemos observar el cambio cualitativo que han experimentado, pues vemos  que a veces  ejercen presiones políticas y otras veces presiones económicas, pero si escudriñamos con ojos de halcón como se dice y miramos la imagen  agrandada, vemos que todo  persigue un solo objetivo: penetrar al individuo, que es  la base de la sociedad. En consecuencia, al penetrar la seguridad  comunitaria, que es el entorno básico para el crecimiento económico, podemos imaginar las repercusiones de cualquier anomalía en la seguridad comunitaria  y nacional de cualquier país.

Estas fuerzas capitalistas querían penetrar al pueblo por las puertas más anchas y las más estrechas, y no dejaron escapar ninguna oportunidad sin que la aprovecharan y la desviaran en beneficio de sus fines destructivos.

Estas fuerzas crearon problemas económicos que afectaron directa y sensiblemente la vida de las personas y amenazaron su seguridad colectiva y  económica y se reflejaron negativamente en sus vidas. Cuando la situación  empeora, las vemos  precipitarse a arrojar dosis de su veneno en los cuerpos de los pueblos para agotarlos y la debilitar su inmunidad frente a la dominación imperialista.

Cuando arribé a La Habana hace poco más de un año, lo primero que me llamó la atención fue la similitud de las estrategias de penetración usadas por estas fuerzas, y el escenario  me pareció familiar, como si estuviera viendo una película por diez mil veces.

Por medio de sus plataformas, Estados Unidos  trabaja desde hace años para sacarlas a flote y convertirlas en piedra angular de todos los hogares del mundo, y aquí me refiero a las  redes sociales, que se han pasado a ser una necesidad  para las  personas actualmente, y quizás mi opinión sea un poco extremista, pero considero que son el mayor peligro que enfrenta  la seguridad nacional de los países en todas sus dimensiones políticas, económicas y sociales.

Este peligroso juego inventado por los Estados Unidos y sus aliados, quienes tienen todas sus claves, les permitió penetrar a los individuos dentro de sus propios hogares, y además de usarlo  para controlar a su propio pueblo, superó  todos los límites e invadió la privacidad ganando autoridad sobre cada individuo, incluso dentro de la misma familia.

El mundo entero gira alrededor de las tendencias. Tendencia es uno de los términos de las plataformas de redes sociales, y se refiere a lo que es popular o al campo que actualmente es objeto de controversia.

Basta que los lacayos de estas fuerzas lancen una nueva tendencia acerca de determinado tema en alguna red social, para que se difunda como la pólvora, dado a que  el individuo es un ser social y es natural que siga  la opinión del grupo, dada su necesidad de pertenecer a un grupo sin importar en muchos casos las bases y  dimensiones de esta afiliación. Este es un aspecto de la guerra psicológica y la guerra suave asumido por estos poderes en la estrategia actual y que está dirigido hacia los pueblos de los países en desarrollo, el cual podemos definir simplemente  de la siguiente manera:

Primero: Plantear dudas sobre las creencias (reemplazar  la certeza por la duda).

Segundo: Intercambiar amor por odio.

Tercero: Ofrecer la mejor alternativa.

En la medida, en que las fuerzas capitalistas, a través de sus empleados dedicados a administrar estos sitios web y aplicaciones, pudieron plantar muchas ideas y conceptos erróneos en las mentes de jóvenes inocentes y cambiar sus patrones de pensamiento, se ha promovido un concepto distorsionado de la libertad de expresión  más ofensivo e irrespetuoso, además de desviar  el dedo acusador  hacia la dirección que conviene sus malévolos planes, promoviendo un estilo de vida capitalista basado en el robo de las capacidades y las riquezas de las personas, cual si fuera un método natural.

La escena era como se dice en el dialecto árabe que versa matar al muerto y caminar en su entierro.

Los métodos de penetración y de lavado de cerebro de Estados Unidos y sus aliados se han diversificado y a pesar de que las plataformas de las redes sociales son los más importantes y extendidos, hace pocos días leí un artículo de un investigador sirio de la esfera de las organizaciones y la sociedad civil, donde sobresale la profunda influencia de uno de los métodos más importantes también, los de las organizaciones no gubernamentales.

Las organizaciones internacionales no gubernamentales y la experiencia siria

“Siempre me he preguntado, por qué el gobierno británico, a través del British Council paga millones para capacitar a jóvenes sirios en el tema de la ciudadanía activa, así como el gobierno de EE.UU. a  través de USAID los capacita en el tema  de información ciudadana, en tanto el gobierno alemán y los donantes alemanes, capacita a activistas sirios, a  través de instituciones tales como Friedrich Ebert en planificación estratégica, técnicas de lanzamiento de  iniciativas y realización de investigaciones?

¿Por qué el contribuyente en esos países tiene que pagar enormes sumas de dinero para financiar programas administrados por estas organizaciones internacionales gubernamentales o no   en países del tercer mundo

La respuesta siempre apuntaba al cambio de valores y conceptos de la sociedad civil siria. Todos estos entrenamientos y actividades  persiguen lograr el cambio lento del sistema de valores y conceptos en los que se basa la sociedad siria desde hace tiempo y era muy difícil que los que pretenden cambiar estos valores, consiguieran  lograrlo a través de dictados y presiones. Por ello era preciso infundir estos valores en la generación nueva de activistas, lo que se evidenció  desde inicios de la crisis siria.

Antes del estallido de la crisis en Siria

Damasco en 2018. Foto: Archivo.

Durante muchos años, la embajada de Estados Unidos en Damasco intentó influir y cambiar la sociedad siria, pero la mayoría de sus intentos fracasaron. Durante los años previos al estallido de la crisis en Siria, los intentos de la embajada estuvieron dirigidos a asegurar la participación de sus diplomáticos y funcionarios en las actividades, fiestas y eventos celebrados por las limitadas asociaciones e instituciones civiles en Damasco y en la transmisión de esa  imagen detallada a las oficinas del Departamento de Estado de Washington.

Al examinar decenas de informes filtrados por WikiLeaks hace años, no fue extraño ver que entre 2006 y 2011 los funcionarios de la embajada estadounidense en Damasco  le hablaran a sus administraciones en Washington sobre las asociaciones juveniles y organizaciones de la sociedad civil activas en Siria.

La correspondencia no estuvo exenta de detallados reportes que contenían conversaciones y chismes que tenían lugar en  las mesas de los banquetes celebrados por las asociaciones anualmente, o conversaciones que tenían lugar en recepciones al margen de un evento realizado por alguna de las instituciones encargadas del  desarrollo, medio ambiente o emprendimiento.

Fueron  inútiles los esfuerzos de la embajada para ingresar al mercado de la  incipiente sociedad civil siria por la puerta del gobierno en aquel  momento,  a través de su famosa agencia de cooperación desarrollo USAID, lo cual fue destacado en una de las filtraciones de WikiLeaks, sobre la correspondencia  intercambiada entre la Embajada y el Departamento de Estado que daba cuenta del rechazo del gobierno sirio a todas las ofertas de la agencia. También fueron inútiles las invitaciones del Embajador, apenas llegó Damasco, para reunirse con los grupos de jóvenes sirios en varias ocasiones, pero a pesar de ello, los esfuerzos de los diplomáticos norteamericanos  y sus subordinados pudieron tejer una amplia red de relaciones con jóvenes activistas que no estaban  organizados dentro de esas organizaciones.

Poco después de la guerra de Irak en 2003, algunas agencias y organizaciones europeas además de la Agencia Japonesa de Desarrollo, y algunas organizaciones internacionales de refugiados, y agencias de Naciones Unidas,  comenzaron a operar legalmente en Siria, en virtud de  programas puntuales dirigidos por el gobierno y que se enfocaban técnicamente en el desarrollo, la educación, la rehabilitación y la cultura, en tanto no se permitieron  programas  que cambiaran las ideas de la juventud siria o buscaran acercarse a ellos para  transformar los valores imperantes.

Asimismo se encontraban activos en aquella etapa centros e institutos culturales afiliados a organismos diplomáticos, tales como el British and American Council, el Instituto Francés de Estudios  sobre el Cercano Oriente, el Instituto de Estudios de los Países Bajos y el Centro Cultural Danés, pero sus programas se centraban en la cultura y la educación, y su influencia se limitaba a sus usuarios únicamente.

En vísperas del estallido de la crisis en Siria, el gobierno no aprobó un programa financiado por la embajada británica llamado Parlamento de la Juventud Siria a favor  de una asociación de jóvenes emprendedores, y que al parecer estaba dirigido a capacitar a 100 jóvenes durante un año sobre numerosos temas públicos y parlamentarios, mediantes sesiones que imitaban la realidad del trabajo parlamentario.

Damasco - Beirut - Damasco

Corresponde a las organizaciones juveniles y los diversos medios de comunicación, asumir la gran responsabilidad de concientizar a dicha generación. Foto: Unicef

En vísperas del estallido de la crisis en Siria, algunos jóvenes sirios que siguieron direcciones opuestas, recibieron diferentes tipos de entrenamiento lejos de los ojos del gobierno, en Beirut, Ammán y a veces, en países europeos, y  se activaron decenas de programas  de rehabilitación y capacitación de jóvenes en temas vinculados a la paz, la organización comunitaria y lanzamiento de  iniciativas, y en prácticas vinculadas a la información revolucionaria y ciudadana, así como en la lucha pacífica. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones que trabajaban en estos campos percibieron rápidamente la dificultad del trabajo en Siria, en el marco de una  ley que restringía cualquier tipo de  financiamiento extranjero.

Estos entrenamientos llevaron la firma de organizaciones locales y academias libanesas y no libanesas. Quedó claro que la mayoría de las iniciativas, estudios y proyectos fueron implementados como aplicaciones prácticas de esos ejercicios meses y años antes del estallido de la crisis y fueron activados con financiamiento "directo de bolsillo" desde el exterior, sin llamar la atención del gobierno.

La mayor motivación de los jóvenes en aquel  momento -y sigue siéndolo- era el deseo de viajar,  de conocer diversas experiencias y aprender cosas nuevas sobre temas con los que antes no estaban familiarizados. Estos jóvenes recibían a veces una compensación generosa  de dichas organizaciones como un subsidio económico por asistir a estos talleres, en tanto algunas abrían la  posibilidad de financiamiento.

Estas iniciativas no se detuvieron al estallar la guerra en Siria, más bien  continuaron durante la misma y siguen en pie hasta hoy, y aumentaron dramáticamente en el clímax  de la crisis siria entre 2012 y 2016: No quedo ni una sola organización internacional no gubernamental que no abriera una oficina en Beirut y Ammán, que concediera fondos a organizaciones no autorizadas legalmente en Siria y entrenara a sus cuadros siguiendo el mismo método, en temas  como el empoderamiento y rehabilitación en asuntos políticos, sociales, de socorro y voluntariado para apoyar a la sociedad civil y a sus activistas, para lo cual se destinaron millones de dólares para financiar iniciativas, proyectos y estudios de investigación que monitoreaban  la realidad siria, en tanto se incrementó la actividad en la carretera Damasco-Beirut y no transcurría un día  en el que no saliera  un convoy de aprendices hacia el Líbano, y otro que regresaba .

Mayor concentración de ONG multinacionales en el mundo

La presencia de miles de refugiados sirios en la frontera de Siria y Turquía. Foto: Archivo

En el norte de Siria y Turquía, la situación era mucho más compleja de lo que imaginamos. Durante los años de la guerra, la ciudad turca de Gaziantep era lo más parecido a una zona franca para las organizaciones de la sociedad civil,  y para  la apertura de sucursales de ONG europeas y estadounidenses, antiguas y nuevas, reales e imaginarias.

La presencia de miles de refugiados sirios en esas áreas jugó un papel importante en el fortalecimiento  de estas organizaciones. La confusión de las fronteras en aquellas áreas  que quedaron fuera del control del Estado coadyuvo a que el trabajo en esa área se convirtiera en  prioridad para las organizaciones dirigidas por agencias de inteligencia afiliadas al estado financiador.

Aparte de las organizaciones de socorro y respuesta médica y humanitaria, había cientos de organizaciones que operaban en los campos de la educación, la formación y el empoderamiento, en tanto la actividad cívica paso a ser una profesión que practicaban  decenas de jóvenes sirios. Los diferentes entrenamientos en la esfera de la información, política, gobernanza local, activismo cívico  y  lanzamiento de  iniciativas   se convirtieron en un refugio maravilloso que garantizaba  a sus practicantes alojamiento en hoteles de lujo, viajes y una asignación financiera diaria "respetable" por cada día y  a veces por cada hora.

Además de las oficinas de organizaciones internacionales en Gaziantep, se  establecieron allí cientos de organizaciones sirias con  permisos concedidos  en virtud de  la legislación nacional turca. Estas organizaciones también abrieron sucursales en toda la geografía que estaba  fuera de control en Idlib, el campo de Alepo y otras áreas como Ghouta oriental, Daraa y el campo de Homs, pero fueron cerradas cuando pasaron nuevamente al control del gobierno sirio.

Dichas organizaciones operaban bajo el mando y protección de las facciones y milicias que controlaban estas áreas, incluido el Frente Al-Nusra y brindaron amplios servicios gracias a una financiación inmensa  y mediante  programas cuyos presupuestos excedían decenas de millones de dólares, lo cual se unió a  las organizaciones creadas  por las organizaciones opositoras  que adquirieron  carácter oficial en la gestión de  los asuntos locales. En Gaziantep-Turquia, Idlib, el campo de Alepo y otras áreas, los miembros de la USAID y sus socios europeos, lograron el sueño  de  penetrar  en la sociedad siria y trabajar entre sus ciudadanos.

Entre proteger la sociedad civil y restringirla

Mientras el trabajo de las ONG internacionales fuera de Siria abarca campos más amplios, muchas de estas organizaciones intentaron abrir oficinas dentro de Siria, pero chocaron con la reticencia del gobierno, que le  imponía grandes restricciones. A pesar del trabajo que realizaban varias ONG internacionales; tales como  el Danish Refugee Council, Norwegian Refugee Council, British Oxfam y otras  de nacionalidad  francesa, española e italiana, sus operaciones no podían ser independientes, sino que se limitaban  a acuerdos  suscritos con determinadas organizaciones, como la Media Luna Roja Árabe Siria y el Syrian Trust for Development y sus actividades, programas y proyectos se enmarcaban en  temas puntuales autorizados tales como socorro, respuesta humanitaria, proyectos de medios de vida y rehabilitación de áreas afectadas. Esto no nació   con  la crisis actual, sino  constituyo una política reconocida  desde hace muchos años.

En cuanto a las instituciones no gubernamentales y las asociaciones civiles que trabajan  en Siria, su trabajo y establecimiento está sujeto a la aprobación del Ministerio de Asuntos Sociales de acuerdo a la Ley de Asociaciones y sus instrucciones ejecutivas, lo que hace que el proceso de obtención de financiamiento extranjero sea un proceso muy  engorroso, y sus procedimientos han cambiado repetidamente para garantizar que los objetivos de la financiación básica no se desvíen y solo se concreten a las acciones que acometen  las organizaciones de la ONU en Siria . No negamos que estas medidas y políticas han  protegido muchos  valores y conceptos que rigen  la sociedad siria  impidiéndole desviarse hacia otras direcciones que no correspondan a esa sociedad y que intentan destruirla lentamente.

A pesar de todas las restricciones impuestas a este tipo de trabajo  en Siria, se cometieron muchas violaciones antes y durante  la crisis por lo narrado en este artículo,  y persiste ese círculo vicioso relacionado con el empoderamiento de la sociedad civil siria  y la asignación de  los fondos necesarios para apoyarla , ya sea a través del apoyo gubernamental o del sector privado nacional, lo cual debe estimularse  en función de que la sociedad civil  juegue su papel correcto en el desarrollo y progreso de la sociedad y el empoderamiento en aras de crear valores nacionales puros frente a los valores occidentales, que llene los vacíos y  coadyuve a la inexpugnabilidad necesaria de la sociedad y el Estado al mismo tiempo.

¿Algunos pueden preguntar el motivo de este artículo?

El gran peligro que amenaza la mente de la juventud dada la existencia de estos conceptos, con los que se pretende despojar a los jóvenes de todos los valores, desplazar su brújula del camino hacia la independencia y la dignidad, y dado al miedo a que se repita la amarga experiencia vivida por mi amada Siria al enfrentar este tipo de amenazas que perseguían desestabilizar la seguridad nacional siria por medio de la penetración de los individuos.

Toda la destrucción derivada de ello y  la limitación de los medios de vida  fueron consecuencias de  las prácticas directas e indirectas de estas potencias coloniales hacia mi país, lo cual  ya no es un secreto para nadie, y no es preciso  hacer mucho esfuerzo para esclarecer la realidad de los planes occidentales que han  sido descubiertos en las investigaciones y estudios de los más importantes teóricos políticos occidentales.

Cito a continuación algunos hallazgos de  estos investigadores. El libro (En apoyo de la democracia, ¿por qué y cómo?) publicado en 2006, y que fuera coescrito por Madeleine Albright, exsecretaria de Estado de los Estados Unidos de América, contiene un importante artículo que dice lo siguiente: El grupo de trabajo cree que la política de la Iniciativa de Asociación Medio-Oriental, debe permanecer dentro del ámbito del Departamento de Estado, pero la mayor parte de los fondos de  dicha iniciativa debe ser transferido a una organización externa independiente, como el Fondo Nacional de Subvenciones para el Desarrollo Internacional.

En base a eso, Estados Unidos gastó en los años siguientes 5 500 millones de dólares en Siria, Egipto, Irak, Yemen y Túnez. Estas son las sumas que se han invertido para crear el caos en la región árabe.

Y el libro (The muslim word after 11/9) publicado en 2004, que hace referencia a dos ideas importantes que fueron utilizadas  posteriormente: la guerra de ideas y el Estado islámico, además de un importante documento publicado  en 2007 titulado:” Report of the leadership group on changing course”,  sobre  la nueva dirección de las relaciones de Estados Unidos con el mundo árabe e islámico,   donde el cambio de rumbo  lo interpretan como un  cambio de un rumbo resistente a uno sumiso.

El libro publicado en 2017 con el título: “The Islamic state 2021 Possible future in north and west Africa” hace referencia a una de las amenazas que se ciernen sobre  la seguridad nacional siria: el ataque a la voluntad y el pensamiento, en el que las estrategias militares y de seguridad han salido del pensamiento estadounidense, dando lugar a la estrategia política (intelectual). El libro hace referencia a un documento sobre ese tema publicado por La Corporación RAND bajo el título El poder de obligar - enfrentando al enemigo sin guerra.

Lo dicho anteriormente confirma que Estados Unidos y sus aliados siguen una estrategia unificada con  tácticas algo diferentes, con el fin de desestabilizar a los países progresistas del mundo, interferir en sus asuntos internos y derrocar a sus gobiernos legítimos. Washington maneja  los términos de democracia, derechos humanos y   construcción de un futuro mejor, como consignas glamorosas para lograr  ese objetivo, y quizás  la generación más joven, sea la cuerda más sensible  que toca  el imperialismo a quien le ofrece incentivos que la  alientan a dejarse engañar y marchar tras estas consignas.

Por ello corresponde a las organizaciones juveniles y los diversos medios de comunicación, asumir la gran responsabilidad de concientizar a dicha generación acerca de la verdad que se esconde detrás de las metas y objetivos de los países que buscan quebrantar la unidad desestabilizar la sociedad y presentar a los gobiernos como responsables de las difíciles situaciones económicas y sociales que enfrentan los jóvenes. Ciertamente esta situación es consecuencia de la política de bloqueo y de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington y sus aliados sobre los pueblos de dichos países.

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