¿Cómo surgieron los teclados “QWERTY”?

Foto: Libertad Digital.

Si usted tiene enfrente un teclado puede leer que las primeras letras que aparecen en el mismo son “QWERTY”, lo que le da el nombre a este accesorio que se ha convertido en estándar para máquinas de escribir y computadoras. Conozcamos cuál es el origen de estos teclados.

Christopher Latham Sholes (1819-1890) fue el inventor del teclado QWERTY. Sholes empezó trabajando en una imprenta, más tarde pasó a ser editor en varios periódicos y hasta llegó a ocupar cargos públicos, aunque su verdadera afición siempre fue la mecánica.

En 1868, junto a sus socios Samuel W. Soulé y Carlos Glidden, patentó la primera máquina de escribir. El teclado de estas primeras máquinas era muy diferente al que presentan los modelos modernos, ya que tenía una disposición parecida al de un piano, con 28 teclas dispuestas en orden alfabético. El problema de las primeras máquinas era que, al teclear muy rápido ciertas sucesiones de letras, las barras que estaban más cerca unas de otras se atascaban. Sholes tuvo que encontrar una solución y rediseñó el teclado por completo, separando las secuencias de letras más comunes.

Sholes desarrolló esta idea junto a James Densmore, utilizando las técnicas de mecanografía más comunes para los teclados. El resultado fue un teclado en el que, en posición de descanso, cuatro dedos de cada mano se colocan sobre la fila central de letras, la "F" y la "J" tienen un tacto diferente que permite al usuario reconocerlas de inmediato y teclear sin necesidad de mirar el teclado.

Sholes y sus socios no disponían de presupuesto para poner a la venta sus máquinas, así que vendieron la patente a Remington. En 1874, Remington sacó a la venta el primer modelo de máquina de escribir con teclado QWERTY que se convertiría en estándar. La máquina de escribir se hizo muy popular, ya que permitía escribir mucho más rápido que a mano.

El primer modelo de máquina de escribir con teclado QWERTY solo escribía en mayúsculas. Fue en la Remington nº 2 cuando se incorporó por primera vez la techa "Shift" (del verbo "to shift", desplazar), que movía el carro de las varillas y se imprimía con letras minúsculas. En los modelos modernos, este desplazamiento no es necesario, pero se ha respetado el nombre de la tecla hasta nuestros días.

Muchos años después, cuando aparecieron los primeros ordenadores, las empresas —acostumbradas a los teclados de las máquinas— no podían permitirse perder tiempo para acostumbrarse a un nuevo diseño, así que desde los inicios se incluyeron los teclados QWERTY, pues resultaba más rentable para todos.

El teclado QWERTY original estaba adaptado a la lengua natal de Sholes, el inglés. Cuando las Remington empezaron a comercializarse internacionalmente, este estándar tuvo que adaptarse a otras lenguas. Por ejemplo, la versión alemana es conocida como QWERTZ, ya que se invierte la posición de la "Y" y la "Z". En la versión francesa, cambian la posición las seis primeras letras que quedan como "AZERTY". En España, apenas cambia la distribución de las letras, añadiendo solo la letra "Ñ", junto a los acentos, puntos y símbolos de interrogación.

El teclado QWERTY, a pesar de ser el más usado, no está libre de críticas. Desde sus inicios, muchos usuarios han criticado la falta de ergonomía, ya que la distribución de las teclas obliga a que la mano izquierda trabaje más que la derecha, lo que supone un desequilibrio y un esfuerzo añadido para los usuarios diestros. Este problema quedó eclipsado con la llegada de los ordenadores, ya que al tener la mano derecha más libre, facilita el uso del ratón. También se ha criticado que la fila superior es la que más trabaja, siendo la fila central la más cómoda.

(Con información de TreceBits)