Hablando de ciberseguridad (VII)

Las noticias falsas o fake news circulan en cualquier tipo de medio, pero hoy la regla es que se difundan a través de los medios digitales. Foto: Archivo.

Desde siempre las fuerzas reaccionarias han utilizado las noticias falsas o fake news con un interés político, en el sentido de manipular o falsear la verdad a través de la información.

En relación con Cuba existen muchísimos ejemplos a lo largo de la historia, desde inventar en febrero de 1898 en la prensa estadounidense un falso ataque a un buque de ese país, el acorazado USS Maine, en el puerto de La Habana, para justificar la declaración de guerra de Estados Unidos a España, pasando por las campañas de desinformación en torno a la Operación Peter Pan; sobre la existencia de una base de submarinos nucleares soviéticos en Cienfuegos en 1970; la presencia en la Isla de aviones MIG-23 en 1978 con supuesto objetivo de bombardear EE.UU. con armas atómicas, acerca de la supuesta responsabilidad de Cuba en el auge revolucionario centroamericano impulsada por el gobierno de Ronald Reagan en 1981; hasta los supuestos ataques sónicos en la embajada de EE.UU. en La Habana, inventado por el gobierno de Donald Trump, para muchos, uno de los capítulos más inverosímiles  en la incesante campaña de engaños, calumnias y fechorías contra la Revolución Cubana provenientes del vecino del norte desde 1959.

El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, de Internet, las redes sociales digitales y de la telefonía móvil han propiciado la circulación de las fake news, teniendo en cuenta que en las condiciones actuales, su principal ámbito de actuación es el mundo digital.

Sobre este fenómeno, que puede afectar la protección y el uso legal del ciberespacio nacional, estaremos hablando con Miguel Gutiérrez Rodríguez, director general de Informática del Ministerio de Comunicaciones de Cuba.

—Miguel, en el caso de Cuba ¿cómo influye las noticias falsas en la seguridad del país?

Las noticias falsas o fake news circulan en cualquier tipo de medio: radio, televisión, prensa escrita; pero hoy la regla es que se difundan a través de los medios digitales, e incluyen cualquier reportaje, referencia, información, mensajes y datos que son total o parcialmente falsos en forma de  texto, imágenes y audio.

Si bien es cierto que la comunicación social y el derecho de los ciudadanos de recibir información veraz se afectan con las fake news, en el caso cubano se emplean en lo fundamental con fines políticos, para crear un escenario que permitan acciones y medidas dirigidas a destruir la Revolución. Te referiste a algunos casos acontecidos en los últimos 60 años; pero en los últimos tiempos aparecen con mucha sistematicidad y llegan a muchas personas de la mano de las redes sociales digitales y de las plataformas móviles. Como diría el doctor en Lingüística Pedro Santander Molina, “podemos conceptualizar las fake news como un bulo mediado por lo tecnológico”.

— ¿Qué acciones se están ejecutando a nivel internacional para frenar la propagación de noticias falsas en línea?

Tenemos información que en más de 40 países se han aprobado normas jurídicas sobre este particular o se trabaja en su elaboración. En Singapur, por ejemplo, una ley aprobada en mayo de este año plantea que una persona no debe realizar ningún acto dentro o fuera de Singapur para publicar una noticia sabiendo o teniendo razones para creer que es una declaración de hechos falsa y la comunicación de la declaración pueda ser perjudicial para la seguridad de Singapur, ser perjudicial para la salud pública, la seguridad pública, la tranquilidad pública o las finanzas públicas, ser perjudicial para las relaciones amistosas de Singapur con otros países, e influir en el resultado de una elección. Establece penalizaciones de hasta $735,000 para empresas y máximo de 10 años en prisión para individuos.

En Francia, una ley de diciembre de 2018, conocida como la ley orgánica contra la manipulación de la información, está dirigida principalmente a la protección de las campañas electorales. Entre sus objetivos está detener la difusión de la información falsa durante los tres meses anteriores a una elección nacional. Las plataformas digitales como Facebook y Twitter están sujetas a obligaciones de transparencia. Cuando distribuyen contenido deben nombrar a los anunciantes que lo financian y permitirles a las autoridades de Francia suspender los medios que intentan desestabilizar una votación.

En el caso de China no hay una Ley dirigida expresamente a las fake news, sino que el estado Chino declara que los crímenes de difamación, disturbios, negocios ilegales y extorsión son aplicables también al ciberespacio. La ley de ciberseguridad y Protección del ciberespacio establece que se debe proteger el ciberespacio de hechos de esta índole.

En Alemania entró en vigor en enero de 2018 una Ley dirigida a compañías de medios sociales, como Facebook y Twitter para obligarlas a eliminar en un plazo de 24 horas discursos de odio. Se pretende agregar una enmienda que permita a los usuarios restaurar contenido eliminado incorrectamente de la web.

Rusia trabaja en un proyecto de Ley donde las autoridades pueden bloquear sitios web que no eliminen la información sensible publicada; establece penalizaciones por difundir información que exhibe una falta de respeto flagrante para la sociedad, el gobierno, los símbolos oficiales del gobierno, la constitución u organismos gubernamentales de Rusia. Las multas se calculan en función de si el violador es un ciudadano, un funcionario o una entidad legal.

Por último, una ley australiana del presente año, penaliza a las compañías de redes sociales por la propagación de rumores y contenido de odio en sus plataformas. Si no eliminan la información de manera “expedita” las empresas tendrán que pagar una multa considerable de hasta el 10% de sus ganancias anuales y los empleados podrían ser encarcelados por hasta tres años.

— Y en el caso de Cuba, ¿existe alguna norma jurídica al respecto?

Exactamente, una norma para enfrentar las noticias falsas no existe en nuestro país. En el Código Penal vigente hay una tipificación de los llamados delitos contra el honor, que incluyen figuras como la difamación, la calumnia y la injuria, los cuales podrían invocarse en determinados casos. Creo que en el paquete de normas que se pondrán en vigor para implementar la Política de Comunicación Social este asunto se abordará.

Estudios realizados por instituciones extranjeras calculan que para el 2022 el 50% de todas las noticias que circularán por la red serán falsas, entonces el desafío que tenemos, también está en el orden ético, cultural y tecnológico. En el contexto de la lucha que libramos en el orden político, ideológico y comunicacional contra el imperialismo del norte, no basta con entender cómo funciona este fenómeno, sino adoptar las medidas para fortalecer la protección y el uso legal del ciberespacio cubano.