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¿Por qué Venezuela salió victoriosa en la más reciente guerra de cuarta generación?

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La Revolución Bolivariana ha logrado dominar las poderosas herramientas de la derecha en el terreno digital.

Todas las tácticas de la guerra de cuarta generación se han empleado contra Venezuela. Particularmente desde abril, el país ha vivido bajo ataque en diversas formas y en todas las dimensiones: la guerra económica, la guerra cultural, de la inteligencia y de las ideas y, más recientemente, la amenaza explícita de la guerra militar.

Se ha combinado, como advertía la investigadora mexicana Ana Esther Ceceña, “la estrategia de espectro completo (abarcar todas las dimensiones de la organización social y de la geografía), con la idea de aplicar todos los mecanismos simultáneamente y sin reposo”. Sin embargo, hay elementos de esta guerra, tanto en el ámbito ofensivo como defensivo, que constituyen una novedad absoluta en la llamadas guerras de cuarta generación.

En el plano ofensivo, aquí se ha producido la intervención de laboratorios de guerra psicológica con metodologías muy sofisticadas de inducción de emociones mediante el uso de plataformas sociales, en un momento de madurez y de enorme popularidad de las redes tecnológicas. Lo nuevo no es solo el uso de las más modernas formas de organización, ocultamiento de la realidad y bestialización que existen hoy para modelar la mente y alterar los escenarios políticos, sino que un movimiento revolucionario ha logrado dominar las poderosas herramientas del adversario en el terreno digital y salir victorioso en un conflicto que movilizó millones de dólares, tecnologías de última generación y una élite de expertos en lucha electrónica, realidad virtual y publicidad de la “democracia”.

No es poca cosa. Las más variadas empresas e instituciones financieras, bancarias, políticas, diplomáticas, militares y mediáticas internacionales, participaron activamente en el proyecto de “La Salida” del Presidente Nicolás Maduro. Todas se activaron como nodos de un entramado global cuyo sistema nervioso fueron las redes sociales, capaces de dotar al poder de la capacidad de moverse a la velocidad de una señal electrónica.

Facebook, Twitter, WhatsApp, Youtube, Instagram y otras plataformas, articuladas con las cámaras de eco de los pulpos mediáticos tradicionales y organizaciones internacionales como la OEA, han facilitado el doble manejo tecno-científico del poder en la sombra y del poder en la luz. El “complejo militar-industrial-mediático de entretenimiento”, como lo llama James Der Derian, y sus múltiples agencias, intentaron dominar tanto “la realidad” como “el teatro”, tanto la verdad como la ilusión en sus rasgos clásicos y contemporáneos.
Niños durante una manifestación violenta de la oposición en Altamira, disfrados de “guarimberos”.

Si se compara “La Salida” venezolana del 2017 -de abril al 30 de julio, día de la elección Constituyente- con lo que se conoce de las protestas en la Primavera Árabe (2010–2013), los disturbios en Londres, el Movimiento 15M y Occupy Wall Street (todos del 2011), entre otras insurgencias de esa naturaleza, se encontrará como rasgo común la enorme mediatización de estos procesos con el uso activo de los sistemas de telecomunicaciones, que tuvieron un papel relevante en la expresión y visibilidad de los movimientos. Pero aquellos tuvieron un carácter emergente, “brotaron” anárquica y sorpresivamente y terminaron por no instituir nada. A partir de esas experiencias, el poder transnacional apretó las clavijas, desarticuló los principales liderazgos, absorbió las organizaciones más visibles, llevó a las pasarelas la moda hipster y reforzó el control de las redes, y no hemos visto otros procesos emergentes similares en casi un lustro.

Una madre con su hijo disfrazado de “guarimbero” en una marcha convocada por la oposición. Foto: Facebook

Una madre con su hijo disfrazado de “guarimbero” en una marcha convocada por la oposición. Foto: Facebook

Lo que se ha expresado desde entonces son intervenciones y modelizaciones exitosas de procesos políticos, con la ayuda del big data, la inteligencia artificial y los sistemas publicitarios de las plataformas sociales. La sorpresiva victoria del Brexit en Gran Bretaña y el Proyecto Álamo -la campaña de marketing en el escenario digital que le permitió a Donald Trump desmovilizar a una parte del núcleo duro de los votantes de Hillary Clinton-, son solo dos de los ejemplos más conocidos.

¿Cómo se ejecutó la guerra en las redes venezolanas? ¿Cuáles son las claves de la victoria del gobierno de Nicolás Maduro en este terreno?

Intentaremos esbozar algunas consideraciones preliminares:

Niño jugando a trancar una calle. Foto: Twitter

Niño jugando a trancar una calle. Foto: Twitter

Se contrataron “data brokers” o compañías asociadas a plataformas de redes sociales como Facebook, que se dedican a la comercialización de potentes bases de datos para campañas de marketing político o puramente comerciales, con un extraordinario nivel de efectividad. Al menos dos grandes empresas internacionales de este tipo -Provea (estadounidense) y Criteo (francesa)-, se involucraron en las campañas de la oposición en la web.

Varias investigaciones demostraron el uso de robots para generar campañas virales y generar estados emocionales adversos al gobierno de Nicolás Maduro. Un caso evidente fue @DolarToday, la cuenta en Twitter de la página web del mismo nombre que se dedica a definir de manera especulativa el cambio del dólar en el mercado paralelo, proa de la guerra económica contra Venezuela. Esa cuenta genera unos mil mensajes por día y es una de las columnas fundamentales de la guerra de cuarta generación, que conecta la guerra económica con la simbólica, y financia parte de la campaña de propaganda contra Venezuela.

A pesar del uso de todos estos recursos combinados, el nivel técnico de la campaña y la toxicidad de la estrategia de desgaste, la ofensiva imperial fracasó estrepitosamente. La ética, el capital político acumulado por el chavismo y la capacidad de maniobra de su sistema comunicacional, blindaron al gobierno bolivariano frente a una maquinaria que empleó a fondo sus laboratorios de guerra no convencional y enormes reservas financieras para “La Salida” de Nicolás Maduro, la aniquilación de las conquistas sociales y el fin del experimento socialista en Venezuela.

Niños durante una manifestación violenta de la oposición en Altamira, disfrados de “guarimberos”.

Niños durante una manifestación violenta de la oposición en Altamira, disfrados de “guarimberos”.

¿Cómo fue esto posible? Hay seguramente otras variables en juego, pero vale la pena mencionar algunas fortalezas del sistema comunicacional del gobierno bolivariano que ayudan a entender los por qué:

1.-La dirección del país tiene una clara definición de la estrategia comunicacional, que es conocida y utilizada por todos los actores políticos e incluyó en esta campaña, como escenario fundamental, las redes sociales. Los principales dirigentes del país tienen cuentas en una o en varias plataformas, las usan con naturalidad e intensidad, y tienen capacidad de convocatoria tanto en el escenario on line como off line.

2.-Todo el aparato de gobierno es completamente visible. Sus líderes son conocidos y mantienen una vocería activa sobre los temas de la agenda política más relevante, de acuerdo con la coyuntura. Hay una permanente interlocución de la ciudadanía con los dirigentes bolivarianos por diversos canales. Algunos, incluso, sostienen programas muy populares de la televisión pública: Diosdado Cabello presenta “Con el Mazo Dando” y Jorge Rodríguez, “La política en el diván”. Generalmente el gobierno es la primera fuente en expresarse, cuando se produce algún ataque o se generan noticias falsas.

3.-Hay un juego permanente de la política, con flexibilidad para trazar el curso de la comunicación en la coyuntura. Frente a la propaganda negra y a la violencia simbólica, el chavismo generó mensajes de paz y de llamados al diálogo, a la construcción de un futuro de país, a la tolerancia, con narrativas pensadas para cada sector y clase social.

4.-El chavismo extiende su actuación militante a las redes. Conoce y se apropia del discurso de sus líderes, acompaña sus propuestas y desagrega los conceptos para generar contenido propio de forma activa. Entiende cada red social y su estilo, y traslada sus mensajes de manera creíble y personalizada. En los trending topics de Twitter jamás se posicionó una etiqueta opositora sin que estuviera acompaña de otra del chavismo.

5.-Es indudable la capacidad de negociación de Nicolás Maduro y su apuesta por el diálogo, frente a la violencia extrema de la oposición, que terminó entrampada por los demonios que ella misma desató. A pesar de que la campaña de odio se enfocaba sobre todo en su figura, brilló en estos días la inteligencia emocional del Presidente, su incansable capacidad de trabajo, su comprensión de la comunicación política, y del escenario digital, en particular.

6.-El tema de la paz y del diálogo le permitió al chavismo pasar a la ofensiva con mensajes que transversalizaron a toda la sociedad, mientras el liderazgo opositor estuvo a la defensiva frente a la Constituyente. A pesar del apoyo internacional, en lo interno, donde definitivamente se define el juego político, la oposición terminó dividida y fue desenmascarada la esencia terrorista de la convocatoria de sus principales dirigentes.

7.-El chavismo presentó una propuesta más racional y moralmente consistente, que le permitió halar a segmentos críticos de sus propias fuerzas, a la mayoría de los indecisos e incluso a sectores moderados de la oposición hartos de la violencia. La fortaleza de su mensaje se expresó en la elección del 30J con más de 8 millones de votantes.

Un grupo de adolescentes lanzan cócteles molotov y piedras contra un bus en Caracas. Foto: Twitter

Un grupo de adolescentes lanzan cócteles molotov y piedras contra un bus en Caracas. Foto: Twitter

Son hechos tangibles, pero no hay que confiarse, porque la Revolución bolivariana ha ganado una batalla, pero no la guerra. El poder global, ciego de ira, ha reaccionado torpemente con la amenaza de una intervención militar y seguramente aprenderá de la derrota. Aplacará la rabia con nuevos planes para destruir al chavismo. Activará nuevamente a sus laboratorios y a sus comisarios de la derecha internacional, y atacará con más fuerza. A las fuerzas progresistas de Venezuela y del mundo les tocará generar alianzas globales contra el poder transnacional, y acatar con inteligencia aquella máxima de El Cayapo: “Héroe no será en esta guerra quien más disparos realice, sino quien mas desactive situaciones de guerra.”

(Tomado de Red58)

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