Pedro Vargas Sotomayor, el mambí chileno

Por Dr. Alex Soza Orellana

Hoy 9 de noviembre es una de las fechas que se mencionan como el día de la muerte del General de Brigada del ELC Pedro Vargas Sotomayor, allá por el año 1896.

No hay una historia fidedigna de su origen, se dice que nació en Santiago de Chile en 1858, otras fuentes dicen que en Valparaíso y que era teniente de la armada chilena y otros capitán del ejército de Chile. Según el “Diccionario Enciclopédico de la Historia Militar de Cuba”, Pedro Vargas Sotomayor aparece en Cuba en la región oriental los primeros meses del año 1895, en abril es cuando contacta con las fuerzas patriotas cubana en Santiago de Cuba, incorporándose la Regimiento de Infantería del Tte. Coronel Juan Pablo Cebreco para luego pasar al Estado Mayor del Mayor General Antonio Maceo.

Pero tenemos también otras informaciones que aporta el libro del Cor. René Gonzalez Barrios, “Chile en la Independencia de Cuba” y son dos cartas de presentación que traería Vargas Sotomayor, una del Comité por la Independencia de Cuba de Iquique, fechada el 20 de julio de 1895 y otra dada por la organización masónica Sociedad Republicana de Socorros Mutuos “Giuseppe Mazzini” también de Iquique y fechada el 30 de julio de 1895. Así que según estas cartas de presentación y recomendación, Vargas Sotomayor tendría que haber arribado a Cuba después de julio del mencionado año. Lo cierto es que consta ya a finales de agosto como miembro de las fuerzas de Antonio Maceo, participando en batallas y su destacada participación que lo hacen merecedor del grado de Coronel y Jefe Instructor de la columna invasora de occidente el 22 de septiembre de 1895. Sorprende este temprano ascenso, incluso pasando a llevar a bravos y probados jefes cubanos. Todo esto suma algo más a los misterios de este patriota chileno que nunca se precisó cuándo y cómo llegó a Cuba, y nada cierto sobre su vida en Chile.

Su hoja de servicio aproximada recoge sus destacados méritos militares y en más de un escrito de altos jefes del ELC se expresa la confianza que le tenía el Mayor General Antonio Maceo y Grajales, jefe del Ejército Invasor. Es ascendido a General de Brigada el 8 de abril de 1896 y ratificado el 16 de diciembre del mismo año por el Consejo de Gobierno de la República de Cuba en Armas.

Su muerte, noviembre de 1896, en el lomerío del Rubí, Bahía Honda,  al norte de la provincia de Pinar del Rio, hoy Artemisa, se describe como repentina y tormentosa,  una suerte de demencia  o locura, incluido el amor, no correspondido al parecer, de una cubana como causa. Esto suma más elementos a los enigmas que rayan dentro de la leyenda, como también la de otros chilenos, que cumplieron, con ese hermoso sentimiento solidario, con la independencia del pueblo cubano.

Fueron unos cuantos, pero solo se recogen 12 en los registros oficiales de Cuba, además de Pedro Vargas Sotomayor tenemos al Teniente Coronel Arturo Lara, “el León Chileno” le decían, al Comandante Ricardo Elizari, “el Padre Chileno”, otro comandante Manuel Marcoleta y los capitanes Carlos Dublé, Federico Gabler, Lino Varas y Carlos Bounocore, tenemos también al teniente Juan Adolfo Brunet, al alférez Luis Ahumada, al soldado Jose Betancourt y Francisco Paneque.

Todos ellos representan lo mejor que en aquellos momentos pudo brindar el pueblo chileno por la causa independentista de Cuba, continuadores de los enormes empeños solidarios de Benjamín Vicuña Mackenna.  El pueblo chileno fue un gran entusiasta de la independencia de Cuba y Puerto Rico, aportó dinero y estas “almas sin fronteras” que alcanzaron gloria en la manigua de los campos de Cuba.

Hoy, a propósito de este Homenaje a Pedro Vargas Sotomayor reafirmamos una vez más los lazos de amistad que unen a los pueblos de Chile y de Cuba. Muchas más muestras de estos sentimientos de solidaridad, de internacionalismo, de fraternidad hay en nuestra historia reciente que dan continuidad a este proceso emancipatorio que engloba a toda nuestra América en lograr la verdadera y definitiva independencia.