Golpista, traidor y veleta

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro reconoció que operó políticamente para concretar la salida de Evo Morales del poder, en un libro a publicarse, resultado de 100 entrevistas que dibujan  la trayectoria del uruguayo. (Fuente La Diaria)
Guillermo Tell

Luis Almagro, secretario general de la OEA. Foto: Archivo.

Bajo el título de “Luis Almagro no pide perdón” dos periodistas consiguieron que cuente sin ningún reparo cuál fue su estrategia cuajada de engaños y poses hipócritas dirigidas a derrocar al forjador del Estado Plurinacional de Bolivia y la prosperidad económica impulsada  hacia una mejor distribución de la riqueza.

Los autores muestran que el rol de Almagro en la salida de Morales formó parte de una estrategia premeditada, que arrancó en 2017 y culminó con la Misión de Observación Electoral de la OEA para que presentara presuntas irregularidades en el conteo de votos en 2019  y así impedir la reelección del mandatario, lo que alentó el golpe militar perpetrado.

Unas veces con bien ganado epíteto de “traidor” y otras  de “veleta”, en las páginas del libro aflora el tránsfuga inescrupuloso que ahora proyecta para cuando termine su mandato en la Organización con sede en Washington volver a la política en Uruguay, donde el Frente Amplio lo expulsó de sus filas, y adelantó será bajo el ropaje del Partido Colorado aunque confiesa sentirse de corazón del Partido Nacional.

Y más aún tampoco descarta aspirar electoralmente a la presidencia del país, tal vez según el mejor postor y  desde luego con la bendición de los poderes que le llevaron a la OEA.