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Reynaldo González: “Nunca des más de lo que tienes, pero nunca dejes de dar”

Reinaldo González (I) en entrevista con Amaury Pérez (D). Foto: Peti

Reinaldo González (I) en entrevista con Amaury Pérez (D). Foto: Peti

Un ambiente de complicidad, pleno de ingenio y enriquecido por la sátira y el buen humor logró crear, el en esta ocasión anfitrión Amaury Pérez, durante la grabación de la entrevista a Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura para el programa "Con 2 que se quieran..." de próximo estreno en las pantallas cubanas.

La cadencia de las respuestas osciló entre momentos de gran emotividad, introspección y abundante picardía, que afloraban a partir de preguntas que iban desde historias o recuerdo épicos hasta la inmediatez, apreciaciones literarias y exaltación de elementos de la cultura cubana.

Conquista un lugar significativo en el diálogo, su amistad con el poeta y ensayista José Lezama Lima, con quien tuvo la posibilidad, según las palabras del propio entrevistado, de editar su último libro en vida "La cantidad hechizada".

El invitado rememora como no lo pensó ni una vez para seguir la iniciativa del cantautor Silvio Rodríguez para dar una gira por las cárceles cubanas donde "no solo repartió libros", sino que se adentró en cada historia, forjó nexos y procuró esperanza.

Sus 28 años editando libros, sus 11 años al frente de la Cinemateca además de una prolífera obra le valieron el Premio Nacional de Literatura 2003 y la reciente dedicatoria de la XIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

El desenlace resultó revelador. Tanto el entrevistador como el entrevistado se deleitaron con la charla, travesearon con la lengua española e hicieron gala de un ingenio depurado para tratar argumentos de infinita trascendencia con tintes sardónicos.

Cortesía del programa, Cubadebate reproduce a continuación algunos minutos de la conversación:

Amaury Pérez: Buenas noches, estamos "Con 2 que se quieran, como siempre digo, en el corazón de Centro Habana, en el barrio de Lezama y en los legendarios estudios de sonido del ICAIC. Hoy está de invitado, honrando con su presencia nuestro pequeño espacio, el eminente escritor cubano Reynaldo González..

¿Qué  significa ser Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua?

Reynaldo González: Yo soy Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua, que está vinculada con la Real Academia. Es tener una distinción por haber usado el idioma y por estarlo usando, y dentro de lo posible contribuir a que se use bien, se estudie, se conozca, no se maltrate, porque el asunto es que la prisa, ha ido convirtiendo, no el nuestro, todos los idiomas, en una bagatela y hay que impedir que la prisa acabe con tontas cosas como ya ha ido acabando, porque estamos rodeados de una turbulencia que va arrastrando las virtudes, va arrastrando los afectos, va arrastrando tantas buenas cosas, es como una especie de ciclón, que ha ido acabando con tantas cosas.

Sabes que es por nominación, por votación secreta y directa. Yo saqué el total. Fue por unanimidad

Amaury Pérez: ¿Pero por eso se llama de número? ¿Por qué de número?

Reynaldo González: Porque ocupas un número. Hay 28, los números de las letras; pero aparte de eso puede que se trabaje con las letras en mayúscula, para multiplicar, en un país donde haga falta hacerlo. El que no vive en la ciudad donde existe la Academia, puede ser Miembro Correspondiente de la Academia. Nosotros tenemos Miembros Correspondientes, que son personas que viven en otros países, pero son grandes personas que nosotros queremos tener cerca en el afecto y en el trabajo también, Eso, de número es por los sillones. Usted ocupa el sillón tal....  y a mí me tocó la T de Santo Tomás de Aquino, y eso me alegró mucho.

Amaury Pérez: En un país tan cambiante, donde está cambiando contantemente el idioma, y surgen palabras nuevas. ¿Qué hacen ustedes, aceptan esas palabras, las discuten, hay muchas?

Reynaldo González: Aquellas que vale la pena incorporar. Hay palabras que pasan y desaparece.

Amaury Pérez: ¿"Bataola", por ejemplo?

Reynaldo González: "Bataola" existe, está en el idioma. La que no está en el idioma es "envolvencia", que fue la palabra cubana...

Amaury Pérez: ¿Que ya no se usa, no?

Reynaldo González: ¡Ves, pasa como un ciclón!, no fijan y hay muchos modismos que quedan después, y hay otras cosas que creemos que estamos inventando y están en el idioma desde el siglo XV. De momento me he encontrado palabras, ¿será esto un cubanismo? lo buscas y está allí.

Cuando trabajas con un diccionario etimológico encuentras realmente que esa palabra existe, que está ahí.

Amaury Pérez: ¿Y para que un intelectual pueda ocupar una silla tiene que fallecer la persona que la está?

Reynaldo González: Fundamentalmente sí, lamentablemente la vida sigue a la muerte. Por ejemplo, en este año hemos perdido a Ángel Augier, que murió de 99 años, llegando a su centenario. Yo le decía: Usted va a ser el presidente del Comité Pro Centenario de Ángel Augier. Fue un hombre muy trabajador, un hombre realmente notable, una buena persona, una persona muy afable. Así lo recordamos.

Amaury Pérez: Hay que recordarlo con una sonrisa.

Reynaldo González: Murió Ángel, ahora hay que buscar un sustituto que lo merezca, preferentemente filólogos, también intelectuales, por sus obras.

Yo recuerdo lo que aceleró mi entrada a la Academia fue mi novela Al cielo sometidos, que fue un juego con el idioma, con el idioma del SXV, que la gente creía que estaba leyendo una novela en español antiguo, y son algunos trucos, es un español virtual que yo creé para eso, pero eso sorprendió a mucha gente

Amaury Pérez: Ya de todas maneras hablaremos de Al cielo sometidos, una obra que me parece fantástica. Ahora bien, cuando pienso en Reynaldo, además de su literatura, de su ingenio, de su inteligencia y de su belleza que todavía la conserva, siempre pienso en su sonrisa. Reynaldo es un hombre que siempre se está riendo. ¿A qué le atribuye esta especie de virtud, dentro de los avatares que la vida ha tenido con usted?

Reynaldo González: Quizás por aquello de a mal tiempo buena cara. No me enseñaron a quejarme. Aunque te duela no te quejes, quejarse busca más desgracia. Hay dos cosas que buscan mucha desgracia: la queja y la tacañería. El tacaño muere solo y pobre, está escrito. Por eso los gitanos, si tienes tres puedes dar uno, si tienes cinco puedes dar dos, pero nunca des más de lo que tienes, pero nunca dejes de dar, porque el tacaño muere solo y triste.

(Fragmentos)