Ilustración: Adán.
Las recientes tensiones en Estados Unidos que vivió este miércoles, 6 de enero, una de las jornadas más convulsas en su historia con el asalto al Capitolio por seguidores de Donald Trump, ponen sobre la mesa la fragilidad de la tan aclamada “democracia estadounidense” y la falta de percepción del riesgo político del mandatario saliente al alentar a ello.
Como subrayara el presidente electo de ese país, Joe Biden, ante tales hechos: “En el mejor de los casos, las palabras de un presidente pueden inspirar. En el peor de los casos, pueden incitar”.
La irrupción del Capitolio es una marca de la cual le costará desprenderse al país que se autoproclama como el más democrático del mundo.