Foto: Guía Infantil.
Carlitos tiene 2 años y se queda absorto frente al televisor cada vez que le ponen videos infantiles. Por más que su mamá lo llame, el pequeño no reacciona, como si el mundo dejara de andar y lo más importante fuera ver los colores que devuelve la pantalla. “Cuando está con sus muñes es como si se olvidara de todo. Le encantan, y hasta los pide apuntando con el dedo a la pantalla”, me cuenta su mamá.
Todo empezó cuando el niño cumplió su primer añito. Antes, nunca antes sus padres le habían mostrado una pantalla, pero resulta que un día le regalaron un disco con más de 150 canciones infantiles y cuando lo probaron en casa descubrieron lo mucho que a su hijo le encantaba.
Así, poco a poco fueron incrementando las horas del día en que su pequeño podía ver videos, porque a la vez entendieron que la televisión podía ser un perfecto sedante para niños inquietos, o una rápida solución para padres ocupados que necesitan adelantar en alguna tarea, sin que los gritos de un niño se interpongan.
Sin embargo, los padres de Carlitos han empezado a preguntarse si han hecho bien en poner a su niño frente a la televisión, pues les preocupa la manera en que el bebé se abstrae frente a cualquier video. ¿Les ha asaltado la misma preocupación a alguno de ustedes?
Al complejo tema de la televisión, los tablets, y la influencia de las nuevas tecnologías sobre el desarrollo de los bebés, he querido dedicar esta entrada en De madre y de padre.
¿Es buena la televisión para bebés?
Sobre el tema, la Asociación de Pediatras de Estados Unidos es tajante y aconseja a los padres que no pongan nada de televisión a sus hijos hasta los dos años. Sí, imagino que tal vez muchos de los que me están leyendo no habían escuchado sobre esta restricción, y supongo también que la gran mayoría no la ha cumplido (ya sea por desconocimiento, o por la comodidad que representa). Pero esta institución dice que durante esta primera etapa “los niños necesitan de la interacción con otros niños y adultos, pues es particularmente importante el crecimiento y desarrollo de su cerebro, que para la edad de dos años triplica su tamaño". Después de cumplidos los dos años, entonces los bebés podrían ver una hora de televisión al día, siempre que sean programas acordes a su edad.
Claro, en una sociedad donde estamos rodeados de tecnología y con cientos de videos producidos por canales especializados en programación para niños menores de tres años, parecería un imposible respetar tal consejo (no sé qué piensan ustedes) pero es la conclusión que tienen los expertos que durante años han estudiado el asunto y, en mi opinión, es valioso escucharlos y aprender de ellos.
En mi caso, les tengo que decir que soy una madre bastante detractora de ponerle la televisión a los niños. No critico a quien lo haga, y de hecho yo también he acudido a ella muchísimas veces (mi bebé ha visto videos infantiles de factura nacional, internacional y hasta los antiguos muñequitos rusos "Conejo y lobo"), pero uno no puede cegarse. Simplemente es innegable que hay muchísimas cosas más interesantes que podría hacer un bebé antes de estar frente al TV. Ellos necesitan del juego como herramienta fundamental para su aprendizaje y nosotros como padres tenemos la misión de ayudarles con actividades adecuadas para su edad.
Sí, ya sé que también es cierto que, con mesura y cuidando los contenidos, la televisión enseña bastante a los niños, y de hecho el mío por ejemplo ha entrenado bien los sonidos de los animales, sabe identificar casi todos los medios de transporte y ha aprendido a contar de corrido hasta el número 10. Con este coctel de aprendizajes quizás muchos pensemos dos veces si poner o quitar la televisión a nuestros bebés menores de 2 años. No creo que la idea sea tampoco retirarla por completo de sus vidas. Mi llamado de atención va sobretodo a aquellas familias que permiten que los niños empleen más tiempo viendo la televisión que en cualquier otra actividad, y usan el televisor como una forma de mantener a sus bebes tranquilos y sin molestar.
Les traje el tema hoy a la columna porque, ciertamente, creo que es alarmante no solo que los bebés estén largas horas frente a un tablet y sin hablar con sus amigos y familiares, sino que niños un poco más grandes dejen de interesarse por los juguetes para centrarse en los videojuegos y las películas animadas. He estado en consultas médicas, restaurantes, parques infantiles, y me llama la atención que cada vez más padres andan sin juguetes y con el único entretenimiento de un tablet o un celular, con aplicaciones para bebés o niños más grandes. Llamativo es, también, el número impresionante de padres que dan la comida a sus bebés frente al televisor, y no los enseñan a comer en familia, o aquellas cuidadoras que usan como método de entretenimiento la televisión, y no explotan otras vías de enseñanza.
Con el exceso de televisión lo único que conseguimos es aislar a un niño y retrasar su desarrollo motor y social, en momentos en los que ellos necesitan conocer el mundo real. Es verdad que a veces los padres creemos que la televisión nos salva la vida y entretiene a nuestros hijos, pero en realidad lo que hace es limitar su capacidad para imaginar, compartir con otros niños, aprender a moverse, hablar, pasar las hojas de un libro, ver a un perro ladrar o recorrer cada mañana el camino hacia el círculo escuchando a los pájaros cantar.
Un bebé puede ver en la televisión a un niño armando una torre, o a un carrito rodando por el piso, pero mientras no juguemos con él, no coloquemos una crayola en su mano y le deslicemos el dedo por el papel, o le enseñemos los animales que pasan por nuestro barrio, el niño no desarrollará un verdadero aprendizaje, ni las habilidades motoras imprescindibles.
Cuando hablo de este tema siempre me pregunto a quién realmente le gusta más la televisión, si a nuestros hijos, o a nosotros, padres super ocupados, que necesitamos de un anestésico para bebés durante varias horas al día.
Hasta aquí el tema de hoy, espero no haberlos preocupado demasiado y ojalá haya brindado información sobre el tema a quienes hoy están enfrentando la crianza de un bebé y tienen miles de dudas respecto a la tecnología. Como siempre les digo, apenas soy una madre como ustedes que no tiene la verdad en la mano, por eso los invito a publicar sus comentarios y así enriquecer el tema con sus visiones.
Para concluir les regalo algunas actividades que pueden hacer con sus bebés para limitar las horas de televisión:
Actividades para niños de un año que no conllevan uso de la televisión (Fuente: Ser Padres.es)
- Las pelotas grandes de plástico o tela le encantarán y disfrutará corriendo tras ellas y viendo cómo se alejan si las empuja.
- Construcciones de piezas de madera o de plástico (cubos, encajables de diversas formas, tamaños y colores y rompecabezas sencillos de dos o cuatro piezas con dibujos llamativos)
- Juegos para la arena. Las pala y el cubo para jugar en la playa o el parque son un buen ejercicio para la coordinación óculo-manual.
- Carros o camiones que pueda hacer rodar.
- El momento del baño es ideal para que se entretenga un rato y descubra que el agua se escapa entre sus deditos. Dale un vasito para que juegue.
- Materiales como la plastilina le ayudan a desarrollar fuerza y habilidad en sus manitas.
- Los títeres y los peluches le permitirán estimular el juego simbólico.
Otros juegos:
- El escondite: escondemos un objeto y le animamos a que lo encuentre. Luego le pedimos que lo esconda él.
- Juego de los bailes: le entusiasmará cantar y bailar. Enséñale canciones populares y proponle bailes divertidos para cogerse de las manos, saltar, dar vueltas...
- Dale crayola y papel y anímalo a que haga sus primeros trazos.